España coge forma para la Eurocopa

En Brasil perdió el trono, mancilló el brillo de la estrella de Sudáfrica y transmitió la idea de que no era la misma que campeonaba en cada torneo desde 2008. Quizá su vestimenta la hacía menos reconocible. Con el billete para Francia en su mano, ha vuelto a recuperar el rojo intenso, el azul y las medias negras. Ya tiene el traje perfecto para la fiesta, pero ahora debe ponerse en forma para lucirlo.

El primero de los cuatro amistosos competitivos fue ante una Inglaterra que se presentó en Alicante tras vencer todos los duelos de su grupo. La inglesa es una de esas selecciones a las que aún España debe destronar, pese a que le haya superado en títulos internacionales, ya que se han enfrentado 24 veces y aún la mitad de las victorias son de los isleños.

Del Bosque aprovechó la cita para probar con dos puntas e intentar armar un equipo alrededor de la clase de Thiago, al que las lesiones han impedido tener opción de acudir a un gran torneo desde 2011. Segunda convocatoria y titularidad, aunque unas nuevas molestias le dejaron fuera de combate antes de la media hora. Entró Cazorla en el campo, siendo el único futbolista del Arsenal en el césped. Y es que el fútbol está tan globalizado que había dos futbolistas del Chelsea en el once de España, y otros dos en el banquillo, y ninguno en Inglaterra, ya que Cahill fue suplente como Rooney.

Hasta ese momento el juego estaba igualado. Los primeros quince minutos fueron de tanteo, de posicionamiento. A los del videomarcador les dio tiempo a poner la bandera correcta de los visitantes, a los espectadores a silbar a localizar a Piqué, a los ingleses a corear su nombre... El duelo, al margen de asuntos de viento que provocan el sonrojo de muchos y alboroto de los que prologan la moda, era algo más soso de lo esperado hasta que el propio central catalán, tras una buena combinación colectiva, se animó a disparar y la bola casi entra tras rozar en Smalling. Los mismos que le pitaban, aplauden la jugada. El colmo del absurdo.

El peligro de Nolito

España que dominaba a base de tener el balón, que fue el de la Eurocopa para ir tomando contacto con él, pero le costaba pisar área rival con peligro, sin terminar de definir sus opciones de gol. Alcácer, que no paró de resbalarse, tuvo la opción del 1-0 pero tras realizar un gran desmarque y control en una rápida transición tras pérdida rival, se le fue cruzado su derechazo. Tampoco Costa tuvo tino en otro contragolpe español en el que Piqué se quedó en el punto de penalti como '9' puro mientras el ariete del Chelsea golpeó desde la banda al más estilo Villa.

Del Bosque buscó profundidad con Nolito por Iniesta, algo gris. Más verticalidad, menos control en un centro del campo donde Busquets está imperial, pero nota que a su equipo le contragolpean más que cuando tenía escudero. El celeste recuerda cada vez más al Pedrito de 2010, ese que inquietaba en cada carrera por banda. Sus minutos son oro para evitar que el equipo sea previsible.

Apareció también Mata por Costa, que sumó otra hora sin anotar. Pasó España a jugar con un 4-1-4-1, aquel sistema que se inventó Aragonés y con el que España bordó el fútbol. No es que fuera lo mismo que aquello, pero mejoró mucho La Roja. Hasta Piqué fue ovacionado tras una buena acción defensiva. Hart tuvo que demostrar sus condiciones hasta que Mario Gaspar, que lleva dos goles en dos partidos, marcó de escorzó en una incorporación al área que Cesc entendió. El lateral, que llegó de modo circunstancial por la baja de Carvajal está aprovechando sus opciones de modo soberbio: dos partidos, dos goles para dos triunfos.

El meta del City sacó con el pie una opción de Mata para poner el segundo, algo que sí consiguió Cazorla con la izquierda tras un pase atrás de un Nolito que mostró su inteligencia entre los defensas y busca socios con los que disfrutar. Mientras, Casillas, que sumó 100 partidos sin encajar con la selección, apenas tuvo que intervenir pero se llevó una ovación en la única que completó Kane con sentido. Rooney se topó con el larguero en su mejor intento.

Del Bosque se quedó sin ariete puro, optando por Pedro como referencia ofensiva. Aprovechó también para medir la recuperación de Koke, llamado a ser importante en una España que coge forma para la fiesta del próximo verano.