Ruido; mucho, mucho ruido

Gerard Piqué ha generado las últimas polémicas, pero no es el único que las atrae. Antes fue Diego Costa con sus problemas médicos y los dardos de José Mourinho, Sergio Ramos diciendo que el hispano-brasileño y Cesc se borraban, el cruce de declaraciones antes y después de los clásicos o el casi fichaje de David De Gea por el Real Madrid... En los últimos meses en la selección siempre hay algún tema que poco tiene que ver con lo que pasa en el campo y que monopoliza la concentración. Hace casi justo un año Piqué era el vigilado por su presencia en la Diada, a la que acudió con su hijo y por la que salió a dar explicaciones un mes después en Luxemburgo.

Ahora, tras ser pitado en los dos últimos partidos en terreno español (en el Reino de León y el Carlos Tartiere), sus compañeros han vuelto a defenderle, si bien los del Real Madrid no olvidan la pullita mencionando al cantante Kevin Roldán, en plena celebración por el triplete azulgrana. «Las últimas actuaciones a la hora de celebrar que no ayudan en la selección para este tipo de recibimientos. Yo no me acuerdo de nadie que no sea de los míos en las celebraciones. No lo apoyo (los silbidos). Hay que intentar evitar eso para que el grupo se centre en lo que importa. No hay que crear polémica en torno a eso. Hay demasiado ruido. Cuanto menos ruido haya mejor. A nosotros nos gusta la tranquilidad para la tranquilidad del grupo, pero no nos debe descentrar ese ruido para seguir ganando con nuestros equipos y con la selección», dijo Sergio Ramos, como horas antes había hecho su compañero Dani Carvajal. «Puede extrañar un poco que Piqué reciba pitos de nuestros propios aficionados, pero su rendimiento aquí es muy alto. Los comentarios de Piqué sobre el Madrid en las celebraciones no nos hacen gracia. Nosotros lo celebramos en silencio, de otra forma. Son manera distintas de hacerlo y allá cada cual», dijo en la Cadena Cope. Ramos dejó claro, eso sí, que «Piqué es un activo de la selección y no un problema,» y que la salida nocturna en Asturias «no rompió ningún código de vestuario».

Todo genera polémica

En el seno de la Federación Española de Fútbol (FEF) se sorprenden al ver que toda decisión sea polémica. Niegan un cambio de sede del España-Inglaterra ya que dicen que se eligió el Rico Pérez de Alicante hace semanas, aunque no reconocen que el motivo real de que el Bernabéu no fuera ni estudiado sean las malas relaciones con el Real Madrid. El precedente ante los ingleses en el coliseo madridista, cuando se produjeron gritos racistas contra Wright-Phillips, está fresco, y también fue motivo de discordia, algo que se desea evitar. «Cuanto menos se hable del tema mejor», decía lacónico Iker Casillas.

Del Bosque no reparó en que España se presentará en Logroño tras un año sin encajar un gol en partido oficial, ya que seguía disgustado por la imagen y el juego. Un gol afortunado de Mata y poco más. Dos remates a puerta de diez intentos. Ni hemos defendido bien, ni hemos construido, ni llegado... No debemos salvar a nadie, hemos jugado un fútbol poco coordinado», dijo sin querer personalizar. Uno de los apuntados era Diego Costa, que volvió a irse de vacío y lleva un gol en doce partidos. «Cuando empiece yo a marcar, España hará más goles. Y todo será mejor».

Y con esos problemas en el césped, en el avión de regreso los internacionales supieron que hay una campaña promovida en las redes sociales para pitar a Piqué en Alicante el 13 de noviembre. «Más ruido», decía un internacional algo harto del asunto. Tanto, tanto ruido. Demasiado ruido.