Cinco años de la primera estrella

El 11 de julio es la fecha en la que todo el mundo recuerda dónde estaba, con quién lo vio y cómo celebró cuando Andrés Iniesta marcó en el minuto 116 el gol del triunfo y se quitó su camiseta para mostrar una dedicatoria escrita a mano en su camiseta para el desaparecido Dani Jarque. «Millones de personas fueron felices, por el triunfo y lo que transmitíamos con nuestro fútbol romántico. Fue la culminación de un sueño, eso nunca nos lo quitará nadie», recuerda con cierta frecuencia Del Bosque.

Las patadas holandesas

La Holanda de Bert van Marwijk mostró muy poco de su estilo histórico de fútbol, e incluso casi marcó cuando disparó a puerta en un balón que debía devolver por fair play. Un bote traicionero que no entró porque Casillas la rozó en el último momento. Van Bommel fue el estandarte del juego agresivo de los tulipanes, que ayudados por Webb dejaron una imagen para la historia: De Jong golpeó de modo salvaje a Xabi Alonso. España fue mejor pero en todos sus remates se topó con Stekelenburg. Holanda estaba viva y tuvo la final en los pies de Robben, pero su disparó se topó con la bota salvadora de Casillas.

El minuto 116

Aquella noche, Iniesta y sus 22 compañeros pasaron a formar parte de la historia deportiva, y también social, de un país. Ahora, algunos se han retirado y otros que eran referencia, como Casillas, Xavi o Villa han optado por emigrar a ligas menores para una última aventura antes de la retirada. «Por unos segundos, el tiempo se paró antes de golpear a la pelota», decía Iniesta.

La vida siguió, el éxito se prolongó dos años más y después llegó la decepción de Brasil. La cuesta abajo desde entonces ha provocado que España esté fuera del top 10 del ranking mundial FIFA. Es duodécima, desde 2006 (antes del ciclo glorioso) nunca había llegado tan abajo. Este 11 de julio todos, nosotros también, recordamos con cariño cómo nos ha cambiado la vida en estos cinco años desde el día que España se ganó el derecho a lucir una estrella de campeón en el pecho.