Del Bosque sigue su ‘casting’ en busca de indiscutibles

Tras la debacle de Brasil, el salmantino se quedó sin Xavi, Xabi Alonso y Villa, que decidieron abandonar la selección. A esa lista él mismo decidió unir los nombres de Reina, Mata y Torres, a quienes no cita desde entonces, y Javi Martínez, lesionado de gravedad. En su lugar ha ido probando a futbolistas como Nolito, Munir, Rodrigo, Kiko Casilla, Ignacio Camacho, Bruno, Raúl García ninguno ha debido convencerle porque no se han asentado. Ahora vuelve a probar citando a jóvenes como Asenjo, Vitolo y Juanmi, recuperando a otros con los que ya ha probado, como Bartra, San José -para un puesto de mediocentro en el que también usó a Iturraspe-, Mario Suárez y Morata.

Portero, dos medios y dos puntas

Se trata de encontrar un tercer portero (a día de hoy sigue pensando que Casillas tiene un sitio fijo en el equipo pese a las voces críticas en cada derrota del Real Madrid), un central, un mediocampista defensivo y otro creativo, un hombre de banda y al menos un delantero goleador. Vamos, los mismos huecos que quedaron vacíos tras el fiasco mundialista.

Isco y Paco Alcácer, al que ahora no se ha querido forzar, sí que parecen haber convencido al seleccionador, ya que el cuerpo técnico los tiene en mente: «No era conveniente su convocatoria porque no estaba del todo bien y corría un cierto riesgo con una lesión con la que es conveniente no acortar los plazos». Del Bosque ha sorprendido con su decisiones sobre Azpilicueta, al que pese a loar su polivalencia en muchas ocasiones y llevarle como cuarto central en la lista de octubre, ha dejado fuera en esta ocasión aunque es indiscutible para Mourinho delante de Filipe Luis como lateral zurdo. «Le echamos en falta, pero hemos decidido traer a dos laterales en cada lado», explicó dando por hecho que cuenta más con Bernat, que no es un fijo para Guardiola, que con el navarro, titular como lateral diestro en Brasil.

El 'caso Pedro'

Entre sus fijos también está Pedro, suplente con Luis Enrique. «En los últimos diez partidos ha jugado todos menos los dos últimos. Estamos en marzo y la gente está bien rodada, no es como si estuviéramos en octubre. Una vez llega a la selección, creo que le va a dar un pequeño impulso para sentirse muy útil», dijo, antes de explicar su teoría sobre su falta de minutos. «En el clásico sólo jugaron tres españoles en el Barcelona, y claro que nos preocupa. Ha bajado la cuota de jugadores que vienen a la selección, que en un momento fue de nueve o diez, y en puestos vitales».

Del Bosque no cierra la puerta a algunos campeones que no han renunciado a la selección. En el caso de Fernando Torres, valoró «como un gran acierto» su regreso al Atlético, donde le ve «bien» y transmitiendo «una gran ilusión a todo el mundo». En el de Mata, le comparó con Alberto Bueno: «No han venido porque tienen que competir con los mediapuntas que tenemos». Por contra, no descarta citar a David Villa para que «pueda cumplir los 100 partidos», ya que «no es dudoso de agradecerle a alguien que ha hecho tanto por la selección. Hay casos excepcionales y uno es el de David».

Ucrania en Sevilla y Holanda en Ámsterdam se presentan como dos buenas piedras de toque para saber el camino por el que quiere seguir el seleccionador. El primero porque debe confirmar que España estará en la próxima Eurocopa para defender su corona (una derrota la dejaría en una situación realmente complicada); y el segundo para evitar seguir bajando por la cuesta del ranking FIFA y lograr una victoria de prestigio que eleve la moral de los aficionados y el propio equipo.

«Venir a la selección no es un acto de generosidad. Todos los que vienen han hecho méritos. Deseamos llevar a los mejores, equivocados o no». Lo que no se logró ante Francia y Alemania en dos derrotas dignas pero que no dieron pie a pensar que La Roja ve ya la luz al final del túnel. «No nos debe de invadir el pesimismo, porque estamos buscando la clasificación para ir a Francia y defender el título que conseguimos hace tres años, así que no estamos tan mal», sentenció Del Bosque queriendo aplacar esa pérdida de ilusión que se nota entre los aficionados.