España regresa al pasado y busca reinventarse

«Esto sirve para madurar como equipo, a los jóvenes y a los menos jóvenes, contra grandes selecciones como Alemania. Es mejor para llegar a los partidos oficiales, y ojalá a esa Eurocopa, habiendo crecido como equipo», avisaba Raúl Albiol. Tras esa derrota en 2014, el balance de un equipo que se ha desplomado es de siete victorias ante rivales sencillos (Bolivia, El Salvador, Australia, Macedonia, Luxemburgo y Bielorrusia), ya que sólo Italia era de primer nivel, y ningún empate. Derrotas ante Holanda y Chile en el Mundial durante la fase de grupos, ante Francia y Eslovaquia en octubre y por último ante Alemania. Sólo en 1988, el de la Euro de Alemania, el combinado de Miguel Muñoz sumó más derrotas: Italia y Alemania tras haber cedido ante Francia, Suecia y Checoslovaquia. Llegó Luis Suárez pero cedió en su debut ante Yugoslavia.

La selección ya no volverá al trabajo hasta 2015. Arrancará a finales del próximo mes de marzo, ya que el día 27 se medirá a Ucrania, probablemente en el Sánchez Pizjuán, antes de que en junio viaje a Bielorrusia. Tras arrancar la campaña 15-16 llegará el momento de volver a medirse ante Eslovaquia y Macedonia, en septiembre. Con el nuevo sistema de clasificación, dos por grupos y el tercero a la repesca, lo normal es que España no tenga ningún problema para clasificarse para Francia 2016.

Raúl García, que completó su segundo encuentro como internacional, recordó que «no hay que pensar que es un mal año y se debe olvidar la decepción del Mundial. El equipo está con caras nuevas y busca hacerse». La estructura del equipo nacional exige un análisis y le toca buscar relevos de cara a la próxima Eurocopa a un Del Bosque que ha hecho debutar a 54 futbolistas desde su llegada al cargo en 2008. 13 de ellas se han producido tras la cita en Brasil y cinco de ellas en esta última doble cita (Callejón, Morata, Nolito Camacho y Casilla). El equipo que terminó ante Alemania (Casilla; Azpilicueta, Bartra, Albiol, Bernat; Camacho, Bruno; Callejón, Isco, Pedro y Morata) era realmente nuevo, ya que sólo Pedro jugó la final del Mundial y de la Euro 2012. Casillas y Ramos, sustituidos antes del 0-1, también disputaron esos duelos.

Cambio notorio

El cambio es igual de notorio si se compara con los 14 futbolistas que golearon a Italia en Kiev la final de la Eurocopa de 2012, el último gran éxito de La Roja. De aquel once titular -Casillas; Arbeloa, Piqué, Ramos, Alba; Busquets, Xavi, Alonso; Iniesta, Cesc y Silva-, solo participaron el martes Iker, Ramos y Busquets. A los que decidieron dar un paso al lado, hay que sumar otros ausentes, por lesión Iniesta, Silva, Cesc, Valdés o Javi Martínez y otros por decisión técnica como Mata, Torres o Jesús Navas.

El principal problema es el estilo, ya que por primera vez en la era Del Bosque el equipo perdió la posesión (48% frente al 52% de los teutones). La presencia de dos delanteros, olvidando a Cesc como falso 9, concede al grupo un rol menos asociativo y más vertical. Alcácer parece que se ha consolidado en el equipo junto a Pedro, siempre enchufado cuando viste de rojo, y Diego Costa. Hay otras variantes, como Morata, Rodrigo o Nolito que han ilusionado más al mister que otros campeones como Torres, Llorente, Negredo o Soldado.

En defensa el equipo se ha convertido en frágil y en las derrotas siempre hubo errores groseros. No sólo individuales (Casillas ante Holanda y Eslovaquia, Alonso frente a Chile, Carvajal ante Francia, Kiko Casilla ante Alemania) sino también en lo colectivo. «Los españoles al final jugaron con un solo defensa, Piqué, y es algo que no podían hacer y lo aprovechamos para marcar el gol del triunfo», explicó el seleccionador eslovaco Jan Kozak, recordando cómo Stoch aprovechó que el equipo español desguardase su zaga buscando el 1-2 sin ningún orden.

Reflexión

Piqué, en una alarmante baja forma desde Brasil que le ha llevado a ser suplente en el Barcelona, no termina de acoplarse a Ramos. Los recambios son Albiol y Bartra, con el polivalente Azpilicueta dispuesto a asumir su condición de multiusos que desea el cuerpo técnico. En los laterales, Carvajal opta a poner en apuros a Juanfran mientras que en la izquierda Juan Bernat desea ser ese lateral profundo e incisivo que Jordi Alba fue en la Euro 2012, en cuya final Del Bosque considera La Roja «alcanzó la excelencia».

A pesar del mal resultado, los nuevos dejaron buenas sensaciones a Del Bosque. «Hay que ser un poco condescendiente con el equipo. Me quedo con cosas positivas de jugadores que han cumplido y hay que pensar en el 27 de marzo, cuando nos jugamos la clasificación. Hay que buscar un equipo y tenemos que hacerlo porque se trata de eso», dijo el seleccionador.

En esa línea, no ayuda las dudas que tienen algunos futbolistas sobre el compromiso, expresadas en público por Sergio Ramos y compartida por el resto de la caseta. Los dudosos, son Cesc y Costa, ambos del Chelsea. Aunque muchos hablan de la presión de José Mourinho, su compañero en el equipo inglés César Azpilicueta, negó tal extremo. «El míster sabe que me hace mucha ilusión venir y tengo ganas de jugar. En la última convocatoria no jugué, ya que somos 23 y a veces toca ver el partido en el banco, pero estoy encantado de venir siempre y contento de jugar un partido más», dijo antes de destacar el «compromiso máximo» de sus compañeros.

España volverá en cuatro meses, después de pasar un tiempo meditando, asumiendo sus errores más allá de debates sobre el compromiso. Falta le hace... Para su consuelo, su principal rival, esa Alemania que terminó de afear el 2014, le augura un buen futuro. «Estoy convencido de que las dos selecciones (Alemania yEspaña) tendrán un rol decisivo en el futuro. Cuentan con un manantial de jugadores de calidad», advierte Joachim Low.