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Sin perder un minuto. Pablo Valcarce es desde el lunes jugador de la UD Logroñés a todos los efectos, aunque no fue hasta este miércoles cuando se dejo ver sobre el campo principal de Valdegastea.El ponferradino vivió una intensa mañana, aunque será Sergio Rodríguez ... quien marque su agenda. Habrá que esperar a este viernes, porque de momento el futbolista no ha hablado públicamente.
El lunes, el extremo pasó reconocimiento tras llegar a Logroño. El martes siguió con sus entrenamientos bajo la atenta mirada médica del equipo de Fisioterapia Las Gaunas, que son los de la entidad. Yel miércoles ya se ejercitó con el resto de sus compañeros. Menú para todos, pues Valcarce estuvo trabajando en el gimnasio, escenario en el que comienzan las mañanas en Valdegastea, antes de saltar el césped. Yallí participó de una larga sesión en la que Sergio Rodríguez estuvo trabajando diversos conceptos con diferentes formaciones en espacios reducidos. Para terminar, Valcarce se puso a las órdenes de Ander Dulce, preparador físico, de la misma forma que los porteros de la primera plantilla también realizaron trabajo específico con Javi García.
La primera impresión, la que entra por los ojos, es buena. Valcarce parece estar en forma. Se le ve bien físicamente, delgado. En los minutos en los que estuvo trabajando con el grupo, que fueron bastantes, se movió por el campo, participando tanto del fútbol con balón como sin él. No dio la impresión de haber estado seis meses sin jugar, sino de haberse cuidado durante este tiempo y de haber entrenado. Diferente es el ritmo de competición, pues disputó su último encuentro el 25 de mayo del pasado año, contra el Real Unión de Irún.
El ponferradino necesitará un tiempo para adquirir ese ritmo, aunque la primera impresión invita a pensar que lo cogerá con rapidez. La UD Logroñés necesita a un jugador de sus características para enriquecer sus argumentos ofensivos y manejar más variantes. Y lo mismo sucederá con los que están por llegar.
A Sergio Rodríguez no le gustó nada el empate cosechado el pasado fin de semana y no lo ocultó. No le gustó tampoco el comportamiento del equipo. Ayer en la primera sesión de la semana –la del lunes es de recuperación– y una vez analizado todo lo que ocurrió frente al Alavés B, el técnico se mostró muy puntilloso con los movimientos y la respuesta de sus jugadores sobre el césped. No es algo extraordinario, sino que es habitual en él, pero ayer el equipo viene de un resultado insípido, aunque piensen todos ya en el compromiso contra el Teruel.
Sesión larga, como viene siendo habitual, e ideas claras. Cuando presionar y cuando no, cuando acelerar el ritmo y cuando no, cuando superar líneas y cuando no,... y así sucesivamente en busca de posesión, manejo de balón y ataque. Yen ello insistirá estos días.
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