Con las manos vacías a Navidad

El filial logroñés buscaba en este choque poner punto y final a su mala dinámica de dos derrotas consecutivas. Pese a tener esa idea en la cabeza, fueron los navarros los que empezaron adueñándose de la pelota con varias incursiones que logró despejar Daza fácilmente. Del otro lado, los locales lo intentaron con varios saques de esquina consecutivos que colgó Arbeloa al corazón del área. Ninguno de los jugadores riojanos lograron materializar esas llegadas desde el córner, y tampoco lo harían tras la falta botada de Pepe desde la medular.

La posesión riojana recaló en los de Mutilva, volviéndolos a meter en el partido con Yoldi como punta de ataque. El del Valle de Aranguren probó suerte con un lanzamiento cruzado desde la lejanía que sofocó Daza desde el suelo. El meta local consiguió salvar a su equipo aunque no pudo hacer nada para frenar el dardo envenenado del delantero con el que la Mutilvera se ponía por delante en el marcador antes de irse a vestuarios.

Los navarros extendieron al segundo tiempo la intensidad con la que finalizaron el primero. Jaime quiso poner tierra de por medio con un cara a cara con el cancerbero blanquirrojo que rechazó Daza con su espuela. Instantes después, la UD Logroñés B puso en apuros a Ekiza con el remate de Villos.

Los blanquirrojos volvían de esa manera a liderar el ataque aunque les faltaba un rematador con precisión arriba. Noé estuvo desaparecido todo el partido mientras Olguín intentaba encontrar un hueco en la defensa visitante. Lo halló, pero su lanzamiento se perdió por línea de fondo ajustado a uno de los palos. Tampoco tuvieron suerte cuando el colegiado señaló la pena máxima a favor de los locales. Y es que Villos se encontró con un férreo Ekiza que adivinó la trayectoria del lanzamiento atajando con maestría el penalti.

Desaprovechar esa clara ocasión para poner las tablas en el marcador rebajó la potencia de una UD Logroñés que tenía el crono y el marcador en su contra. Algo que utilizó la Mutilvera para dar los últimos coletazos buscando sentenciar el encuentro. Menos mal que ahí estuvo Daza para poner un muro en la portería apareciendo providencialmente dentro del tiempo de descuento el remate a bocajarro de Bartolomé.

La UD Logroñés B no materializó sus llegadas, ni desde los once metros, cayendo ante una Mutilvera que hizo sus deberes y que, a diferencia de los riojanos, finaliza la primera fase de la temporada fuera de puestos de descenso. Ahora toca descansar y estudiar los errores sobre el verde de las últimas jornadas pensando en sobreponerse en enero. Queda tiempo por delante, pero los logroñeses necesitan reaccionar.