Llora Logroño mayoritariamente y ríe feliz Alfaro. La UD Logroñés ha consumado su continuidad en Segunda Federación, su no ascenso, de la forma más cruel posible: perdiendo y por primera vez en liga en casa, si es que el 'play off' se puede considerar ... parte de la liga. El fracaso es total, absoluto, imposible de justificar porque este equipo se jugaba todo en noventa minutos y fue incapaz de intimidar con fútbol a su rival, con fútbol. Y a todo ello se añadía a más de 14.000 aficionados blanquirrojos, que estaban rotos al finalizar el partido, aunque para muchos de ellos ir a Las Gaunas fuera una experiencia de una tarde al año. Aun así, nada justifica el fracaso.
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El Marbella ha ascendido por méritos propios. Le ha ganado los dos encuentros. Allí por un despiste defensivo; esta vez, por un error incomprensible de Ugarte, primero, y Royo, después. El Marbella ha ascendido porque ha competido mejor y en el fútbol se trata de competir, no de jugar.
La UD Logroñés lo tenía todo a su favor, absolutamente todo, porque jugar los dos partidos de vuelta en casa, tal y como había llegado al 'play off', le daba una ventaja impensable, sobre todo en esta última eliminatoria. 14.325 aficionados en las gradas bajo un lema: 'Cuando Las Gaunas juega, Las Gaunas gana'. Mal día para estrenar aseveración. Tan a favor tenía todo que cuajó uno de sus peores partidos como local. Llevaba razón Fran Beltrán cuando dijo que ellos nunca habían jugado ante tanto público, pero la UD Logroñés tampoco. Y los marbellís entendieron mucho mejor lo que debían hacer sobre el césped.
UD Logroñés
Royo, Yasin, Ugarte (Goti, 80), Monreal, Codina, Seguin (Facchin, 66), Sarriegi (Unai, 80), Urcelay, Madrazo (Yurrebaso, 80), Arias (Bravo, 66), Jony
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Marbella
Lejarraga, Jorge, Puñal, Carrasco, Olguín, Ohemeng (Julio, 82), Soto (Fran, 82), De Vicente, Gato (Tulio, 72), Hugo y Dago.
Gol: 0-1, m. 69. Dago marca a puerta vacía tras un error defensivo
Árbitro: Rodríguez Carpallo. Amonestó a Urcelay, Ugarte y al técnico Diego Martínez, por la UD Logroñés; a Hugo, por el Marbella.
Incidencias: Las Gaunas. Partido de vuelta de la segunda y última eliminatoria del play off de ascenso a Primera Federación. 14.325 espectadores.
La UD Logroñés lo afrontaba en la burbuja en la que se convirtió Las Gaunas, una caldera a presión, como había pedido Diego Martínez. Querían los locales, pero la cuestión era cómo. Martínez había apelado a su once más clásico, pero ese once se atascaba cuando se acercaba a la portería marbellí. Además, el equipo andaluz no saltó al césped como lo había hecho siete días antes, sino a aguantar el chaparrón inicial amparado en el paraguas que representaba esa ventaja mínima de la ida, pero ventaja al fin y al cabo.
Entendieron los locales que el flanco por el que atacar era por el derecho, para buscar a Ohemeng y Olguín. Eran muchos los balones al área, aunque ninguno remataban los blanquirrojos. Jony no acertaba con el movimiento ni tampoco había llegada masiva desde segunda línea. Hace mucho tiempo que el delantero riojano no está a pesar de las oportunidades de las que ha gozado.
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El Marbella era superior en su área e incluso no pasaba miedo. Aun así, no se estiró. Apeló a la rapidez de Gato y Dago, pero nada más. Sí que logró alterar el rumbo a partir de la media hora. Demasiadas interrupciones. Buscaba la UDL a Olguín y este no evitaba la pelea. Le daba igual. Arias, Ugarte, Urcelay, Yasin,... Tenía para todos. Y si no era Olguín aparecía Hugo Rodríguez. Todo era una cortina de humo, porque la realidad era que la UD Logroñés no manchaba los guantes a Lejárraga, mientras que Kike Royo, mero espectador, se vio obligado a sacar el balón de su redes, pero Dago remató en fuera de juego. Susto momentáneo. Vaya susto.
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La UDL intentó sacudirse el miedo con el ataque. Apareció Madrazo por la izquierda para poner más balones al área, pero da igual el número y la calidad de los mismos si no hay remate. Y eso que el colegiado estiró el primer tiempo. Tiempo de descanso, tiempo de hablar. Era necesario un cambio, pero nada cambió.
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Codina quiso dar un golpe de efecto. Lejárraga mandó el balón a saque de esquina. Era el minuto 58 y ahí se acabó la UD Logroñés. Sus acercamientos se reducían a fuegos de artificio, porque aunque este equipo ha marcado muchos goles a lo largo de la temporada, su juego de ataque, en el tuteo con los 'grandes', es escaso. Y el Marbella también entendió eso y dejó pasar el tiempo. El reloj corría a su favor.
Advirtió con dos contras, pero Dago mandó el balón a la grada, primero, y Gato no llegó a punto de penalti en la segunda. Peligro por la inoperancia local y por las claras ideas marbellís. Así, fue a la tercera cuando llegó el gol que rompía por completo el sueño. Un despropósito absoluto. La jugada nació en un balonazo de Olguín, al que Jony no discutió el balón cuando se jugaba todo. Botó varias veces y Ugarte se preocupó más de que Dago no lo cogiera que de dárselo de cara a Royo, que ya estaba fuera del área. El más listo fue Hugo, que se llevó el esférico, lo cedió a Dago y este marcó con la débil oposición de Monreal bajo palos.
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Ya no hubo más que contar. Fútbol de corazón, pero sin cabeza. Y es imposible ascender sin cabeza y sobre todo sin competir. En liga le exigió el Athletic B y le derrotó en la lucha por la primera plaza; en Copa Federación, le exigió el Badalona en la semifinal y le ganó; y el Marbella le ha exigido en la ronda final por el ascenso y le ha ganado.
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