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Empate. Mejor que perder, pero peor que no ganar. La UD Logroñés no da para más en este momento. Esa es su realidad. Sus jugadores ... no tienen nada más en su interior. Más ambicioso, pero sin fútbol ni dominio de las áreas, en las que pudo marcar algún gol más que el de Riki, pero también perder el partido ya que cometió dos penaltis, si bien Royo impidió que el segundo se transformase en gol. Las caras cambian, las ideas cambian, pero los problemas y el bloqueo se mantienen. Séptimos, como estaban en la tabla, pero con un partido menos y más tráfico en la tabla. Ahora toca ganar con la camiseta de visitante. Otra barrera. Y en Calahorra.
UD Logroñés
Royo, Yasin, Eloy, Joao, Iñaki, Bonilla (Barrero, 67), Riki (Pau López, 67), Caballero, Agüero (Nájera, 81), Madrazo y Lupu (Gualda, 67)
1
-
1
Utebo
González, Carlos Javier, Adán, Meseguer, Roig (Toni Pérez, 85), Jaime, Borao (Diego Suárez, 58), Martín, Ballarín (Comeras, 58), Cotos (Camilo, 85), Roig y Frodo.
Árbitro: Altuna Paguey. Amonestó Bonilla y Gualda, por la UD Logroñés; a Jaime Barrero, por el Utebo.
Goles: 1-0, m. 21. Riki remata en el segundo palo el servicio de Iñaki; 1-1, m. 67. Comeras, de penalti.
Incidencias: Las Gaunas. Vigésimo sexta jornada de Liga. Lluvia fina. Primer partido de Yayo Urzay en el banquillo de la UD Logroñés. 2.897 espectadores.
El cambio en el banquillo no trajo consigo una revolución, sino ligeros retoques en la formación. Sin pivote defensivo, con dos jugadores creativos en el círculo central, y con Eloy en el once inicial ante la lesión de Monreal en el calentamiento. Más interesante resultó la idea, la actitud. Yayo Urzay había pedido valentía a sus jugadores, ir a por el rival desde el inicio y desde luego plasmó un once con mayor intensidad y verticalidad. Con presión alta en busca del robo del balón o simplemente cometer una falta táctica para recuperar posiciones. Trataba de no dejar pensar al Utebo, que dedicó mucho minutos al fútbol contemplativo, como tantas veces ha hecho la UD Logroñés esta temporada.
El peligro llegaba por la izquierda. La UD Logroñés apelaba al dinamismo. Madrazo e Iñaki se generaban los espacios. En uno de los primeros rechaces maños, Marín sacaba el balón con González batido ante el disparo de Agüero; apenas dos minutos después el propio Madrazo, pero por el centro, acariciaba el palo derecho de González con su disparo lejano. Movilidad e intención ante un rival que no llegaba a entender lo que pasaba. Iñaki percutía por su carril, incluso en busca del remate. Llegó muy forzado al segundo palo y no pudo conectar bien con el balón que había servido Yasin.
El inicio era prometedor, sobre todo por la actitud, pero no suficiente. Apareció al espacio el capitán, llegó a la línea de fondo y puso el cuero al segundo palo para que Riki, en pugna con Roig, marcase. Un gol que celebrar en Las Gaunas. Hacía tiempo que no pasaba, demasiado tiempo. Una piedra menos en la mochila antes de ver cuál era la reacción local. Defender o proteger o atacar. Siguió a la suyo, recuperaciones con rapidez y percutir. Continúa, no obstante, sin dominar las áreas, como quedó patente en el único acercamiento del Utebo. Larga jugada que culminó con un centro raso de Borao desde la izquierda y Marín golpeando y estrellando el balón en la madera. La UD Logronés ya sabía a que se exponía.
Había advertido el Utebo de su peligro en su única escaramuza ofensiva. A la UD Logroñés no solo le genera marcar, sino defender. Los riojanos reanudaron el partido como si no hubiera ventaja a su favor. Querían ese segundo gol. Agüero y la grada pidieron penalti por agarrón de Roig. Madrazo dispara tras un slalom, pero Meseguer despeja de cabeza. Si la UD Logroñés tenía el balón era capaz de obligar al Utebo a dar un paso atrás, pero sin él sufría.
Un simple segundo de falta de intensidad en la salida de balón permitió a Frodo encarar a Royo. El riojano atajó el esférico. El partido estaba para el segundo gol local, pero también para el empate, porque los aragoneses habían aumentado la intensidad y sobre todo la intención. Riki remataba a las manos de Gónzalez. No tenía contundencia la UD Logroñés en el área maña. Una carencia a la que sumó la debilidad en la propia. Primero, el Utebo pidió en bloque penalti de Eloy a Frodo. El colegiado se inhibió, aunque era una acción para su asistente. Eloy se encaró con Frodo por fingir, a su juicio, pero cayó en la siguiente ante Comeras. Penalti discutible, pero penalti. Comeras marcó.
Momento decisivo, aunque restasen algo más de veinte minutos. ¿Cómo reaccionaría la UD Logroñés? Perdía fuelle a la par que crecía el Utebo. Es más, equipó y cuando quiso, pudo. Comeras encaró a Joao, que se quedó tieso para cometer penalti. La jugada se había iniciado en un innesario balón de Gualda por medio en campo propio. Un guion cruel. Frodo asumió el reto de dar la puntilla al rival, pero emergió la figura de Royo, que atrapó el balón junto al palo derecho. Se libraba la UDL de la derrota, pero seguía necesitando la victoria.
Para ese momento, Pau López, Barrero y Gualda ya estaban en el campo. Se les sumó poco después Mario Nájera, que pasó de la grada al banquillo y de éste al césped. Todo a una carta, porque el Utebo también había dado paso a sus hombres más ofensivos. En juego estaba la quinta plaza. Álvaro Barrero puede decidirlo todo, pero su cabezazo se marchó fuera cuando la grada cantaba el gol. Una ilusión. Otra más.
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