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En su anterior etapa como blanquillo, hace dos temporadas, Kevin Soeiro tardó seis meses en festejar un gol. Hasta el 13 de febrero de 2023, para empatar en Tudela, recuerda perfectamente. Medio año en el que todas sus internadas, todos sus esfuerzos acababan con un «'¡ ... uyyyy!'» en la grada y un lamento resignado y valiente por su parte. En esta recién estrenada temporada, en su regreso de blanquillo, ya ha festejado dos tantos. Dos dianas para dos 1-0 que suponen seis importantes puntos en la resta hacia la permanencia del Alfaro.
«Estoy muy contento por empezar bien este año –sonríe el delantero blanquillo–. Hacía tiempo que no empezaba la temporada metiendo goles, con las dos últimas prácticamente costándome toda la primera vuelta marcar el primero. Por ello, empezar metiendo en los dos primeros y ayudar al equipo a sumar de tres en tres es una gran alegría».
En la primera jornada, cuando corría el minuto 21 en el campo de Urbieta, Soeiro leyó bien la entrada al área por la derecha de Aitor, se quedó un pasó atrás para desmarcarse de la defensa de la SD Gernika y atizar un disparo hasta la red. Una semana después, este domingo en La Molineta, nada más comenzar la segunda parte, se apoyó en la medular en Mario León, se lanzó a correr, recibió un pase medido, aguantó la carga de Aierdi y batió duro por alto a Fraga en su salida. Seis puntos y el Alfaro tercero en la tabla.
Con los pies en el suelo, Soeiro apunta de que «hay mucho trabajo detrás de estos resultados». Y saborea el momento dulce que vive. «Además de la constancia, a diferencia de hace dos años, algo de suerte también hay. Pero sobre todo se debe al trabajo, a la confianza y a la experiencia –afirma analizando su recorrido–. No es lo mismo esa primera temporada con 21 años que ahora con 23, cuando tienes más cabeza. Además, que los compañeros y la afición te conozcan y estén de tu parte ayuda mucho… No tienes la presión de demostrar lo que no eres».
Esos dos goles han supuesto, junto al contundente y eficaz trabajo defensivo de todos los hombres en el césped, la suma de seis puntos y encontrar al Alfaro en los puestos altos de la tabla. Pero toda la plantilla y cuerpo técnico guardan realidad en sus palabras. Así lo analiza y reflexiona el delantero, llamando a ser realistas: «Después del partido entramos todos al vestuario muy contentos, con una sensación difícil de describir, con una alegría que se contagió con la afición: dos partidos consecutivos ganando contra dos rivales prácticamente directos es empezar la temporada de muy buena forma. Ya el lunes, en la vuelta al campo, después de reunirnos y decirnos que habíamos hecho las cosas bien y que estamos en la línea, cuando el entrenador nos mandó a entrenar ya nos pusimos a pensar en el siguiente». Esa siguiente cita será este sábado desde las 18.00 horas en Ejea de los Caballeros.
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