Rodríguez establece un once fijo

Sergio Rodríguez ya tiene equipo y con él, la UD Logroñés y sus aficionados. En sus cuatro partidos de liga en el banquillo ha acabado con las rotaciones en la portería y ha girado hacia una formación inicial de mayor experiencia, al menos con más partidos en esta categoría e incluso superior. La próxima semana se abrirá el mercado de invierno y la UD Logroñés siempre acude a él. De momento, Rodríguez tiene ocho puestos muy definidos.

Miguel Flaño apostó por la frescura de los jóvenes que comenzaban la pretemporada a sus órdenes y no dudó en darles protagonismo desde el primer minuto de competición oficial después de repartir la pretemporada a partes prácticamente iguales entre todos los integrantes de la plantilla. Así, Álex Daza tomó mayor presencia frente a Kike Royo mientras los seguidores comenzaban a memorizar nombres como los de Iván Garrido o Riki de Moraes, los alumnos más aventajados de la cantera.

Daza y Royo se alternaban en la portería, con más minutos para el sevillano en la Liga. El logroñés ha jugado la Copa y, seguramente, será titular ante el Athletic y, además, no ha tenido suerte con los percances físicos, como quedó patente ante el Arenas, en su último partido en el once inicial en liga, y contra el Girona, en la Copa. La llegada de Sergio Rodríguez ha supuesto el asentamiento definitivo de Daza en el once. Royo mantenía las secuelas del golpe que recibió en la cabeza contra el cuadro catalán, pero más allá de aquel momento que pudo afectar al partido contra el Barbastro, Daza ha sido titular en los cuatro últimos encuentros.

La batuta de Rodríguez ha consolidado otro cambio fundamental, en la medular. Imanol Sarriegi es fijo en su esquema. Lo fue en el primer partido, como central de emergencia, pero lo es como pivote. El sacrificado ha sido Iván Garrido, que desde la llegada del logroñés al banquillo no ha sido títular, aunque ha participado en los cuatro compromisos. Garrido era fijo para Flaño y con él fue titular en nueve ocasiones, hasta la undécima jornada.

Algo similar se puede decir de Riki de Moraes, una de las caras más frescas de esta UD Logroñés. Ocho titularidades en los primeros diez partidos, si bien ya fue perdiendo protagonismo con Miguel Flaño. Sergio Rodríguez ha apostado por Juan Carlos Agüero para la banda derecha desde su llegada. El hispano argentino acumula once titularidades, cuatro de ellas con Rodríguez.

Entre los cambios que ha introducido el preparador se incluye a Álvaro Barrero, si bien no cuenta con más delanteros en la plantilla tras la lesión de Andrei Lupu en Anguiano. Jugadores como Monreal y Eloy suman muchos minutos ante las ausencias de Ugarte y Bobadilla, mientras que otros como Pau López o Gualda entran y salen del once dependiendo del escenario. El catalán tiene más opciones en Las Gaunas y el vasco es un recurso con el equipo lejos de ella.

Quedan dos grupos más. El primero, el que forma su guardia pretoriana, la base del once, la columna vertebral, aunque no esté completa. Con Daza en la portería, Yasin y Mateo son indiscutibles en ambos laterales, aunque Beñat, olvidado por Flaño, ha tenido minutos con Rodríguez. En la medular, y además, de Agüero y Sarriegi, nadie cuestiona la presencia continua de Antonio Caballero, de desigual rendimiento, y de Jon Madrazo, uno de los líderes silenciosos de este once.

Ambos son fundamentales para Sergio Rodríguez. Le falta incorporar a esa guardia a Pablo Bobadilla, Andrei Lupu e incluso Iñaki Sáenz, cuyo regreso está muy cerca.

El segundo grupo da cobijo a quienes menos minutos suman. Mario Nájera es uno de ellos, si bien con Rodríguez está participando en todos los partidos. Beñat también le puede estar agradecido. Verdú, y sobre todo Bonilla, carecen de protagonismo más allá del entrenador que esté. Y nombres jóvenes como los de Estrecha, Marc Fernández o Pol Arnau tienen sus momentos.

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