Los riojanos que sí han ascendido

El Zamora había concluido la liga, en su grupo, tercero. En la primera eliminatoria se midió al Sant Andreu. Perdió en Barcelona 2-0 y ganó en el Ruta de la Plata por idéntico marcador e hizo valer su mejor clasificación. Una semana después iniciaba la segunda y última ronda, contra el Sanse. Empataba en Zamora (1-1) y estaba obligado a ganar en tierras madrileñas, porque en caso de empate se quedaba sin ascenso. Y venció, 0-1.

«El gran error del Sant Andreu fue dejarnos con vida. Cuando les eliminamos en Zamora sentí que ascenderíamos, porque tras aquella eliminatoria nadie nos podía parar ya», afirma Fermín Sobrón.El portero bañejo ha vivido un año fantástico en el que ha jugado treinta y ocho partidos. Pasó seis temporadas en la UDLen las que jugó poco y vistió las camisetas de Haro, Náxara e Izarra, entre otros equipos. «Ha sido un año increíble», admite.

Para Víctor López, el ascenso con el Zamora llega doce meses después del que vivió con el Amorebieta, pero a Segunda División. «Son diferentes, pero ambos representan una gran experiencia, porque más allá de la categoría, ascender siempre es complicado», indica.

Diferentes no solo por la categoría, sino por el contexto. El Zamora comenzó la temporada con seis triunfos consecutivos y sin ningún gol encajado. Pasó por momentos buenos y malos, pero todo estalló en febrero. Su presidente, Víctor de Aldama, era uno de los nombres que se incluían en el 'caso Koldo'. El Zamora pasó a ser más conocido por la lujosa y dudosa vida de su presidente que por sus éxitos futbolísticos. «No es el mejor escenario, cinco meses sin cobrar. Es duro, porque vivimos del fútbol, pero llega un momento en el tienes que decidir qué quieres hacer. Puedes pensar en el dinero y que no cobras y hundirte o centrarte en lo meramente deportivo y seguir peleando. Opté por lo segundo y el equipo, también», indica Fermín.

Alejandro Morales es el benjamín del trío, 20 años. En la dos últimas campañas ha vivido un descenso, con el Arnedo, y un ascenso, con el Zamora. Y en el Zamora ha conocido la gloria deportiva y la penuría económica. «Cuando nos enteramos de lo que estaba pasando, el palo fue muy duro, pero en vez de distraernos nos únió mucho más. Para mí, el fútbol no es un trabajo, sino lo que me gusta hacer y a pesar de no cobrar siempre tenía claro que lucharía por el escudo. Ellos confiaron en mí cuando estaba en el barro del descenso», explica.

Víctor López, que vivió con la UD Logroñés la decepción de no ascender tras caer eliminado ante el Hércules en el 2019, admite que han pasado por momentos duros. «Hay un momento en el que piensas en lo que está pasado. En mi caso, muy poco porque prefería pensar en el fútbol y además, tenemos el pago asegurado por la AFE, pero es inevitable que la cabeza se vaya de vez en cuando a la situación que vives», señala.

Al final, el Zamora fue tercero. El Pontevedra, segundo, no ha ascendido. Ambos son resultado de un 'play off' de ascenso. «En estas eliminatorias no vale para nada lo que has hecho hasta ese momento. Son partidos en los que los detalles son fundamentales. Si el fútbol es fútbol, en un 'play off' lo es más. Nosotros perdimos en Barcelona y remontamos en casa, con un campo casi lleno. Una semana todo era diferente, porque el partido de vuelta ya no sería en Zamora, sino fuera. Yya no hay margen de error», indica Víctor López.

Los tres concluyen contrato. «Ahora quiero disfrutar de lo vivido y descansar. Después, ya veremos. A mí me gustaría acercarme a casa porque llevo muchos años lejos», indica Víctor. «No sé que pasará el 1 de julio. He vivido una experiencia increíble, porque Zamora ha festejado en directo un ascenso después de veinticinco años. Me siento bien aquí, pero...», explica Fermín. De momento, vacaciones. «No sé que pasará, pero más allá de mi futuro, espero que alguien se haga cargo del Zamora porque se merecen, club y ciudad, estar en Primera Federación, concluye.