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«En esta categoría, lo primero es defender bien». Así resumía el entrenador Óscar Gurría uno de los argumentos del Alfaro para cimentar la victoria contra el Utebo, un reencuentro con el triunfo que necesitaban para recomponer una moral que iba debilitándose después de tres ... derrotas consecutivas.
Tras esa máxima, el cuerpo técnico sorprendió en este inicio liguero con un sistema 5-3-1-1 que convierte la defensa en un embudo que, como se vio ante el Izarra y ante el Utebo, impide que el rival esté cómodo en el espacio central, le arroja a bandas y ahí los blanquillos cierran con intensidad y presión al balón.
Pero ese esquema se resquebrajó en la tercera jornada en Ejea de los Caballeros, con las lesiones del central Iván Rubio, baja para toda la temporada, y del lateral Aitor Pérez. Sin dos de sus cinco pilares, intentando redefinir alternativas en el dibujo, el Alfaro sufrió las tres derrotas. Pero la llegada del central Rubén Morillas ha encajado la pieza que faltaba tras la lesión de Rubio. Procedente de la AD San Juan, anunciado el jueves, fue titular y exhibió ante el Utebo contundencia, salida de balón y seguridad.
Recuperado para Eibar, Aitor sufrió otro esguince, éste en el tobillo derecho, el contrario al dolido en Ejea. Como solución, Gurría reconvirtió este domingo a Mario León en lateral, firmando un extraordinario partido, como todo el bloque. Esa reconstrucción defensiva fue el baluarte para lograr una victoria que sirve como reconstrucción moral. «Las últimas dos derrotas nos habían marcado un poco anímicamente, llevábamos toda la semana intentando levantar la moral, porque no podemos bajar el nivel, y el trabajo de todos ante el Utebo fue espectacular», valoró Gurría.
Esa solidez impulsó al Alfaro al ataque y le permitió marcar cuatro goles en 90 minutos cuando llevaba sólo dos en 450. Sonriente, Gurría lo atribuyó a la suerte, la misma que faltó en las tres derrotas sin marcar anteriores. Eso sí, el técnico quiere mantener los pies en el suelo en una semana de derbi, en la que espera el Calahorra. «Hemos jugado ya casi contra todos los equipos de arriba y hemos sufrido mucho. Ni éramos los mejores tras ganar los dos primeros partidos ni los peores por perder los tres siguientes. Después de ganar a un equipazo como el Utebo, tenemos que bajar a la tierra y seguir trabajando para el derbi», arenga.
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