El Racing Rioja aprovecha las debilidades de su rival

El Brea pisó el Mundial'82 animado por los cánticos del más de un centenar de aficionados que se habían desplazado hasta Logroño para alentar a su equipo. Y los pupilos de Daniel Martínez les recompensaron con un primer tiempo para enmarcar.

Los aragoneses demostraron su mejor cara ante un Racing Rioja aletargado y con grandes errores, sobre todo en el área defensiva, que ayudó en las incursiones de su rival. Muestra de ello fueron las llegada en la que Rodrigo cabeceó solo dentro del área o la de Jorge Pérez al deshacerse de la zaga local con un lanzamiento escorado. Por suerte para los riojanos, la pelota no quería entrar entre los tres palos ni con el nuevo disparo desde el punto de penalti de Rodrigo que se perdió por la línea de fondo rozando la madera.

El descanso le vino bien a un conjunto racinguista que salió más enchufado de los vestuarios. Además, cuando el crono anunciaba la hora de partido, el Brea se lamentaba al quedarse con diez hombres sobre el verde después de que Daniel Solbes recibiera su segunda cartulina amarilla al arrollar a Pitu en la banda.

El partido se puso de cara para unos logroñeses que no podían ni querían desaprovechar su ventaja. Y así lo hicieron. Corría el minuto 71 cuando Cerrajería sacó desde la esquina encontrando la testa de Julio Rico que direccionó a la perfección el esférico al fondo de las mallas.

La euforia se apoderó del equipo logroñés aunque aún quedaba más de un cuarto de hora de choque. Siguiendo con el control del balón, los pupilos de Iván Agustín no tardaron mucho en ampliar la renta, seis minutos exactamente, esta vez por medio de Saúl. El jugador racinguista logró driblar a la defensa zaragozana para subir un nuevo gol al marcador superando al meta visitante en el mano a mano dentro del área.