La puntería alavesa se impone al esfuerzo logroñés

Era un encuentro amistoso, pero lo era ante un contrincante de una misma categoría y mismo grupo. Atrás quedó la victoria holgada ante el Arnedo, el Alavés B era palabras mayores. Ambos conjuntos conocían las debilidades y virtudes del otro demostrando un enorme respeto de principio a fin del encuentro. La buena relación entre escuadras no fue lo único que destacó de un primer tiempo más que disputado, de alternancia en la posesión y de pocas ocasiones con las que adelantarse. Fue la SD Logroñés la que buscó la escuadra babazorra primero con un lanzamiento de Rubio que buscaba hacer una vaselina pero se quedó en una tímida volea que adivinó a la perfección Greg bajo palos.

Pouso no solo quiso centrarse en volcar su equipo en la posesión ya que también era fundamental poner a prueba la contundencia defensiva de su proyecto. Al menos, contra el Alavés B, la SD Logroñés no tembló al cortar de raíz sendas ocasiones de gol por parte de los babazorros. Lamadrid fue el primero en cortar de raíz la prodigiosa carrera de Lucas por la banda derecha para que su compañero Augusto hiciera lo propio al despejar el acercamiento de Aimar desde dentro del área chica, que se lo pensó demasiado a la hora de tirar.

La pausa para la hidratación hizo fluir los acercamientos logroñeses. La presión de los riojanos permitió robar balones en la medular del rival. Desde esa lejanía, Castillo probó suerte sin éxito para que automáticamente después Pau Miguélez tuviera en sus botas la ocasión más clara para poner por delante a los suyos. Su chut desde el interior del área se fue cruzado obligando a que el meta babazorro tuviera que esforzarse al máximo para repeler el esférico hacia línea de fondo.

La igualdad se extendió al segundo tiempo. El balón comenzó sin tener un claro dominador pero el paso de los minutos permitió que la SD Logroñés se estirara. Álvaro recorrió la banda esperando con destreza y calma la llegada en la carrera de su compañero Rubio desde el otro extremo. Dribló al defensa de su marca y centró confiando en que el delantero llegase a rematar. Se quedó con la miel en los labios pero con la sensación de que el gol estaba apunto de llegar. Y llegó, pero del lado contrario por mediación de Lander. El joven jugador del Alavés B, que acababa de entrar al verde, materializó el primer disparo con peligro de los suyos con un balón cruzado que traspasó con calma la línea de gol llenando de decepción los rostros de unos jugadores de la SD Logroñés que merecieron algo más en El Prao de Laguardia.