Primera parada en la vuelta a los orígenes

Carlos Pouso abrió el camino hacia el 'play off' con su llegada a la UD Logroñés. No falló y en su primera oportunidad alcanzó la meta, aunque no el ascenso. Los riojanos se estrenaron en esta aventura el 23 de mayo del 2015. Tomó el relevo Sergio Rodríguez, técnico que siempre estará asociado al ascenso de Málaga. Han pasado nueve años y el equipo que preside Félix Revuelta ha vivido tres decepciones en su reto por ascender, la enorme alegría de alcanzar el fútbol profesional en una de las épocas más atípicas que se recuerdan en el mundo del fútbol y, por supuesto la decepción que supuso el regreso a Primera Federación como paso previo a la temporada más oscura en su historia, la pasada, la del descenso a Segunda. Del cielo al infierno en tres años en más de dos décadas de fútbol convulso.

Diego Martínez y la UD Logroñés llegan al 'play off' como deseaban, sin olvidar que hace diez meses no pensaban en jugarlo sino en ascender directamente. Llegan con todos sus efectivos, salvo Iñaki Sáenz, que aunque no jugará es un hombre fundamental en el vestuario. Ha vivido todo tipo de emociones con la camiseta blanquirroja y es la voz más autorizada para arengar a un vestuario experto en estas batallas. Prácticamente todos sus hombres más habituales en el once inicial han pasado por un momento como éste. No garantiza el éxito, pero ayuda a entender cómo afrontar la eliminatoria.

La UD Logroñés se va a encontrar a un adversario que vive un dulce momento desde que en el verano del 2022 recuperase la categoría perdida. Dos años después disfruta de la posibilidad de ascender de nuevo, pero sobre todo se va a encontrar a un equipo aguerrido, que pelea cada partido hasta el último minuto. No marca muchos goles y ha encajado demasiados para estar en la zona noble, pero ha dejado muestras que saber cuándo marcar y cómo rentabilizarlos.

Mario Sánchez, su entrenador, ha sido capaz de moldear un equipo que se ha visto alterado hasta con quince jugadores respecto al que logró la permanencia hace doce meses. El técnico fue el artífice del ascenso hace dos años. Sánchez apuesta por una clara idea de juego con dos hombres en punta, dos jugadores además, Juan Antonio y Pana, que marcan el fútbol guijuelense con su envergadura. Fútbol directo en muchas ocasiones, con aumento de segundas acciones y notable poder a balón parado. Ahora bien, no solo el Guijuelo juega por arriba, sino también por abajo, donde destacan centrocampistas con calidad y ofensividad, caso de Toti, autor de cuatro goles, de Bernardo, tres tantos,Diego González o Cristobal Gil.

La UD Logroñés deberá estar atenta a estos hombres, pero no solo a ellos, sino también a cómo se comporta el equipo salmantino. Diego Martínez y sus técnicos y jugadores saben que en el campo Luis Ramos han ganado diez partidos y solo han perdido en tres ocasiones, pero además la mayoría de esas victorias han llegado con goles en la recta final del partido. De sus treinta y seis goles marcados, veintitrés han llegado en la segunda mitad y de estos, dieciocho en los últimos treinta minutos. Goles que han rematado el triunfo y han dejado el marcador ya inalterable. Es un equipo resiliente hasta que el árbitro pita el final del encuentro.

La UD Logroñés ha trabajado a lo largo de la semana en césped artificial, intentado ajustarse a un campo del que dicen que es estrecho, pero cuya a anchura le da al técnico 67 metros. Los riojanos deberán adaptarse a la superficie y a las dimensiones, aunque Martínez no parece dispuesto a renunciar a la esencia de su equipo. Podría ser, de hecho, un grave error, como ya se vio en Gobela, aunque el rectángulo del Arenas es mucho más restrictivo que el del Guijuelo.

El técnico cuenta con todos sus hombres. En los últimos compromisos, sobre todo en esa persecución sobre el Barakaldo, ha apostado por su unidad más experta, caso de los intocables Urcelay, Sarriegi y Madrazo, pero también en hombres como Goti, para dejar paso al ímpetu de la juventud en la recta del partido. No es como comienza, sino como acaba.