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La Sociedad Deportiva Logroñés pretende mantener las buenas sensaciones el próximo domingo en Las Gaunas. Le presta visita a los blanquirrojos el Barbastro, conjunto que todavía no ha puntuado en los tres partidos que ha disputado (debe disputar uno ante el Calahorra que fue aplazado). ... Y los riojanos saben que deben ir con pies de plomo para llevarse los tres puntos. Un encuentro que no podrá disputar Iván Castillo, que pese a tener el alta, el cuerpo médico no quiere forzarle.
«Esto solo acaba de empezar. Y os lo garantizo que el Barbastro es un muy buen equipo, con un buen entrenador. Le conozco (a Daniel Martínez) del año pasado. Es un chico que maneja bien la categoría, lleva años en ella y se ha reforzado francamente bien con una base sólida del año anterior», explicó Carlos Pouso, entrenador de la SDL. «Las incorporaciones tanto de Aldair como de Santigosa, de Sito Castro, de Guillei Alonso, El Haddadi... es un muy buen equipo», observó.
«Le ha costado arrancar al Barbastro, pues ya arrancará. Evidentemente esperemos que no sea este fin de semana, pero es un equipo que está hecho para miras más altas, pero bueno, el fútbol tiene estas circunstancias», dijo el técnico vasco.
El míster espera un Barbastro «muy serio, muy organizado, con una propuesta de querer tener la pelota, de ir hacia adelante». «Es un equipo compensado, que se maneja en varios registros. A mí me parece que es un equipo hecho para estar evidentemente arriba, pasar no pasar apuros, pero es cierto que ahora mismo los números no les avalan, pero esto son cosas circunstanciales».
Con respecto al presente de su equipo, tercero con diez puntos de doce posibles, Pouso comentó: «Es innegable que estamos bien, algo hemos hecho bien. La verdad es que desde el primer día el equipo ha demostrado una implicación y unas ganas importantes. Creo que los resultados, hay veces que pueden ser casualidad, pero ya en un mes más el mes y medio de la temporada, evidentemente vas cogiendo el hilo de las cosas. Yo creo que el equipo progresa adecuadamente».
Eso sí, el técnico de Lejona apeló a la cautela. «No nos podemos dormir porque camarón que se duerme se le lleva la corriente. Y como decía mi padre y años después oí es refrán en La Rioja, 'hijo hay que regar cuando baja agua'. Pues trataremos de seguir regando porque es un buen momento». En este sentido, afirmó que los halagos «siempre debilitan si te los crees», indicó. «Cuando hay que regalarles los oídos se los regalo, pero porque se lo ganan. Y cuando hay que tirarles de las orejas, les tiro de las orejas. Entonces, en ese aspecto creo que ellos (los jugadores) tienen que ser lo suficientemente inteligentes para autogestionarse y que no tenga que ser siempre el caporal que ande azotando a los caballos. Tienen que tener la autonomía suficiente».
Capaz de remontar dos encuentros (ante el Calahorra y el Arenas), el equipo «tiene algo, tiene chispa». «Ha tenido marcadores adversos y ha sido capaz aquí en casa y fuera de sacar resultados positivos. Yo no tengo ninguna duda de que el equipo cree en la idea y la quiere llevar a cabo. Pero tenemos que mantener esa línea y a poder mejorarla, pisar más el acelerador».
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