El Náxara se aferra a la vida

Ganar o ganar. Ese era el único resultado válido para Josean García y los suyos. Para lograrlo, el preparador riojano apostó por un bloque más agresivo que en otras citas al darle la titularidad a cuatro de sus jugadores más ofensivos. Sotelo y Villos comandaban el ataque en el centro mientras Aitor Lorá y Rojo les ayudaban en los extremos.

A diferencia de los locales, el Tudelano optó por colocar a Simeone como punta al no poder contar con su delantero de referencia, Joel, para este partido por sanción. Alguien al que terminarían echando en falta en su visita al mágico campo de La Salera.

Los blanquillos no tardaron en mostrar sus mimbres. Esos que les llevaron a lo más alto de la categoría durante la primera vuelta. Fue Rodrigo el que primero probó los reflejos de Toño al rematar el magistral pase de Álvaro desde la medular buscando la cruceta cuando apenas habían pasado un par de minutos de juego.

Este enérgico inicio del rival no hizo que el Náxara se amedrentará, ni mucho menos. Ochoa probó suerte con un remate que salió por encima del larguero para que Villos asistiera a Sotelo minutos después estrellando el esférico en una de las vallas de publicidad del campo. Pero, sin duda, la más clara del primer tramo del partido vino gracias a una ocasión a balón parado. Libre directo de Rojo que remató Viti dentro del área saliendo a escasos milímetros de la escuadra.

Era un toma y daca. Velocidad, presión y mucha intención por parte de ambos equipos. La réplica del Tudelano llegó antes del descanso con un gol que terminó siendo anulado por fuera de juego. El hijo de Diego Simeone, Gianluca, se adelantó a la defensa local impidiendo que su lanzamiento a placer fuera invalidado.

El encuentro no redujo su intensidad durante la segunda parte aunque sí que las ocasiones empezaron a ser escasas. El partido comenzó a enmarañarse con un sinfín de faltas por ambos costados que interrumpieron el juego. En una de ellas, Rojo aprovechó para botar un balón al interior del área pequeña conectando con la testa de Villos pero el delantero no pudo coger la dirección adecuada.

Todo cambió a partir del minuto 85. Ese fue el momento en el que el delantero argentino vio la cartulina roja directa por agredir, tal y como recoge el acta, a Ochoa dejando en inferioridad numérica al Tudelano. Esa superioridad fue aprovechada por un Náxara al que aún le quedaba batería. David fue el encargado de lanzar un libre indirecto que recogió Sotelo dentro del área para anotar el ansiado gol de la victoria que desató la locura. La grada rugió, las banderas blanquiazules hondearon demostrando que aún siguen vivos.