El Náxara da un paso atrás y se complica la permanencia

Arrancó el partido con los cántabros mejor situados sobre el terreno de juego y tratando de buscar el adelantarse en el marcador. Lo cierto que es durante el primer cuarto de hora, ese dominio del balón no ocasionó ninguna oportunidad clara de marcar, pero un minuto más tarde, un centro desde la izquierda de la meta defendida por Fermín, fue rematado de cabeza por Carral, adelantándose a la defensa.

Los locales, a pesar de poca claridad en el juego, reaccionaron y se fueron a buscar la igualada. En el minuto 22 Miguel disparaba a las manos del meta Puras. Replicaba Diego pero su remate lo detenía sin dificultad Fermín. Poco más tarde Miguel volvía a buscar el gol, pero su remate de cabeza se iba fuera por poco. Al filo del descanso, el cántabro Borja evitaba que Tamayo lograra la igualada, despejando de cabeza casi en la línea de gol, cuando el najerino se disponía a rematar a placer y sin portero.

De vuelta de vestuarios se volvía a reproducir lo ocurrido antes del descanso. Goñi le robaba una oportunidad muy clara para marcar a Tamayo. Los de Nacho Ruiz buscaban el empate, pero les faltaba claridad en el movimiento del balón, mientras que los de Laredo se defendían con solvencia.

Tras unos minutos en que los visitantes se convirtieron en un auténtico frontón ante los remates de los locales, el guardameta local ejecutó una falta directa al borde del área visitante, pero sin fortuna. Los blanquiazules continuaron perseverando en sus ataques, en algún momento un tanto a la desesperada, lo cual propiciaba poner en bandeja a los cántabros el jugar al contragolpe.

En el minuto 73 una falta sacada por Rojo se paseó por delante de la defensa local en el área, sin que nadie la lograse rematar o despejar. Poco más tarde Orodea remataba con poca fortuna y como réplica Fermín realizaba una buena intervención a remate de Beceiro. Fue este el que al final y durante los minutos de descuento colocaría el definitivo 0-2. Una salida un tanto a la desesperada de Fermín propició el robo de balón por parte del citado delantero visitante, quien remató desde un lateral a puerta vacía.

A raíz del tanto, los locales cayeron en las provocaciones de su rival y estuvo a punto de producirse una tangana. Tras el pitido final, el rifirrafe entre algunos de los jugadores de ambos equipos derivó en un espectáculo muy poco edificante, aunque sin que hubiera que lamentar agresión alguna.

Habrá que ver lo que refleja el árbitro en el acta del partido.