El Náxara cree en los milagros

El plan de Josean García salió a la perfección. Su vestuario ganó al Utebo y esperó a que el Brea cayera en Lasesarre con el Barakaldo. Fue entonces cuando la losa del colista dejó de presionar al Náxara fruto del buen trabajo de las últimas jornadas aprovechando, además, el favor de su jugar como local.

La Salera asusta. Da igual el poder del rival. Con el empate ante el Barakaldo, el Náxara ya avisó hace jornadas pero la victoria ante el Tudelano lo confirmó. Los precedentes más cercanos llevaron a que Juan Carlos Beltrán optara por una línea de cinco en defensa, cuando el Utebo no suele ser uno de esos equipos que pecan de conservadores. Por contra, Josean García apostó por una alineación más ofensiva con Sotelo, Aitor y Villos arriba.

No fue el partido más vistoso ni el más dinámico. Prevaleció el juego aéreo y las segundas jugadas mientras que los disparos en los últimos metros tardaron en llegar. Y es que hubo que esperar al minuto 25 para ver la primera ocasión con cierto peligro del partido. Llegó del lado local con una incursión de Aitor por la banda derecha. El delantero internacional buscó el gol de la ventaja desde el costado pero Joel sacó sus puños para frenar la trayectoria del esférico.

El Utebo no se llegó a sentirse cómodo en casi ningún momento del choque, lejos de lo que se podía esperar de él. Apenas probó los reflejos de Toño aunque cuando lo hizo no sacó el rédito esperado. El meta riojano dejó de ser un mero espectador en los últimos compases del primer tiempo al blocar con autoridad el chut de Ángel desde fuera del área.

El guion no varió apenas tras el descanso. El partido estaba roto y el esférico iba de un lado al otro sin un claro dominador. Había que tirar de las ocasiones a balón parado. Fue así como llegó el remate en el segundo palo de Camilo antes de que el portero aragónes se consagrara atajando el disparo envenenado de Ángel justo encina de la línea de gol.

La imagen varió pasado el minuto 70. Y el cambio sustancial del Náxara vino de la mano de las rotaciones en el banquillo. Izan salió por Rojo, Orodea por Villos y Miguel Pérez por Aitor dibujando una línea de cuatro en ataque. A todos ellos se les sumó Sotelo que asistió a Izan con una chilena pero el remate del riojano fue despejado por Joel.

La intensidad fue aumentando y el Náxara se volcó en campo rival. Muy cerca estuvo Ochoa de marcar el ansiado gol, solo en el segundo palo, pero hubo que esperar hasta el 90 para celebrar la victoria. Llegó tras una gran jugada colectiva que se inició con el centro de David desde la banda. Sotelo recogió el esférico pero fue Miguel Pérez el que remató desde la derecha al recoger el rechace del meta del Utebo, convirtiendo a La Salera en un hervidero de esperanza.