Un empate insatisfactorio para Calahorra y Náxara

El entrenador rojillo, Carlos Pouso, lo avisó durante la semana. No había que bajar la guardia ni fiarse de la situación del rival, como se demostró este domingo desde el inicio del partido con un Náxara enérgico, que llegaba con facilidad a la portería de Gonzi y un Calahorra perdido, con poca intensidad defensiva y falta de claridad en ataque. El Náxara jugaba cómodo acosando la portería e incluso casi marcó en el minuto 11 con un tiro al larguero de Merino. Los rojillos, lejos de espabilar, encajaron el primer gol en la siguiente jugada.

Con el marcador en contra tampoco estuvieron acertados en el último pase ni pudieron contener al Náxara. Los locales seguían cometiendo errores y las imprecisiones les llevaron a sumar un segundo gol en contra. En una jugada en la que el Calahorra estaba atacando, los blanquiazules aprovecharon una contra rápida, con pocos pases y sin apenas resistencia rojilla. Sotelo no perdonó y aumentó la ventaja.

Los aficionados calagurritanos se temían lo peor. Remontar dos goles en contra, vista la situación, resultaba muy difícil. Pouso mandó calentar a tres jugadores. Por el lado contrario, los seguidores najerinos disfrutaban en un partido que en la primera media hora de juego dominaban, viendo la victoria posible de la plantilla dirigida por Josean García.

Todo cambió en doce minutos en los que el Calahorra firmó dos goles y llegó al descanso con un empate a dos en el marcador gracias al acierto desde el punto de penalti de Aitor Uzkudun y después de Julen Ekiza.

El primero tuvo que dejar el terreno de juego lesionado en el minuto 42 (pidió el cambio por un problema en la rodilla) y dos después fue cuando su sustituto, Ekiza, transformó la segunda pena máxima desde los once metros, ante la desesperación y protestas al equipo arbitral de los futbolistas blanquiazules.

En la segunda parte los rojillos mostraron un mayor dominio y Domínguez protagonizó nada más comenzar una ocasión local, por la banda izquierda. Toño estuvo en su sitio, tapó bien el palo corto e impidió que los de Pouso se adelantasen.

La tarjeta roja que el colegiado sacó a Álex Merino en el minuto 76 por una entrada por detrás a Julen Ekiza dio ventaja numérica al conjunto riojabajeño, pero no pudo aprovecharla a pesar de volcarse en ataque. Faltó precisión y sobró prisa en los minutos finales.

Un remate de cabeza del delantero del Náxara Aitor Lorá fue la ocasión más clara de los riojalteños en la segunda mitad. Un disparo de lejos de Oier Herrera que dio en el poste cumplidos los noventa minutos reglamentarios dejó helados a los visitantes y con el corazón en un puño a los locales.

Después de la vigésimo cuarta jornada, el Calahorra se mantiene en la décima posición del grupo segundo de Segunda Federación con treinta y un puntos, empatado con el Tudelano y la SD Gernika, a ocho puntos del puesto de 'play off' de descenso y a diez de la zona roja.

El Náxara continúa ocupando el último puesto de la tabla con 12 puntos, a 17 de los puestos de permanencia que marca la Mutilvera con 29 puntos.