La maldición de Las Gaunas se extiende

Con Miguel Santos en la grada, Carlos Pouso colocó una línea de tres en el fondo –Montero, Argente y Nacho Ruiz– ayudados por los carrileros Albizua, por la izquierda, y Álvaro García, por la derecha. Le costó arrancar así a la SDL, que sufrió las transiciones rápidas de un Deportivo Aragón jovial y veloz. Diego Lamadrid e Iván castillo sufrían en esos primeros minutos, sobrepasados de trabajo cuando había que cortocircuitar el juego del equipo maño.

Poco a poco los locales fueron cogiendo ritmo y fueron encerrando al filial zaragocista en su campo, aunque no generaba, de momento, ocasiones claras.

Los blanquirrojos, que reclamaron penalti sobre Raúl Rubio en el 13 cuando el delantero fue a rematar de cabeza un centro de Albizua, también querían mostrarse verticales y en una contra armada por Álvaro García y Basurto, el último pase a un Albizua que llegaba a toda velocidad se le quedó demasiado atrás.

La SD Logroñés ya había dejado atrás la cautela y se animaba más. Probó suerte Basurto desde lejos, pero el balón se marchó fuera. Unos minutos después fue Pau Miguélez el que estuvo cerca de abrir el marcador con un tiro demasiado débil tras combinar con Basurto. El de Torrelavega se mostró muy activo y de sus botas nacieron muchas de las ocasiones de esa primera parte. En una de ellas, en el 40, su disparo seco rebotó en un defensor y Miguélez, aprovechó el balón suelo para tirar a quemarropa aunque Carlos Calavia despejó con su cuerpo al córner.

Dominada el cuadro riojano, pero también sufría cuando el Aragón se acercaba al área local. Óscar Vacas pudo abrir el marcador; también Linares, pero su chut tocó en un jugador local. Cuenca, en la más clara del conjunto de Emilio Larraz, dejó en el camino a Montero y Argente y desde el punto penalti lanzó demasiado alto. La SDL, sin embargo, supo sufrir esos sofocos y al borde del descanso Albizua casi inaugura el luminoso con un centro chut que se marchó a centímetros del palo de Calavia.

En la segunda parte, la SDL salió más decidida a encontrar el gol. Lamadrid se juntó más con los jugadores más ofensivos y probó desde fuera del área sin suerte porque Calavia, en dos tiempos, se hacía con el esférico. Las sensaciones eran distintas, Pau Miguélez creaba verdadero peligro por la izquierda. Y del cántabro llegó el tanto blanquirrojo. Después de marear a su lateral, centró con la izquierda al segundo palo, donde apareció Lamadrid que le bajó el balón a Álvaro para que este rematara a placer para abrir el marcador.

Á partir de entonces, la SD Logroñés jugó mucho más tranquila, creando más peligro incluso. En otra incursión por el área aragonesa, Diego Lamadrid estuvo a centímetros de elevar a dos el marcador, pero su tiro, con la derecha, salió muy cerca del palo izquierdo de Calavia.

Entró Sergio Gil por Miguélez; Morales por Basurto y Lazkano por un Raúl Rubio agotado; también ingresaron Beñat y Castañeda que se replegaron para formar una línea de cinco hombres atrás y savia nueva adelante.

Pero el gol no llegó y en los minutos finales fue el Deportivo Aragón el que se acercó, sin lastimar, al área local. Y llegó la última jugada, la del empate, en la que la SDL no fue contundente y dejó escapar el triunfo para mantener encendido el maleficio del cuadro blanquirrojo con Las Gaunas.

Carlos Pouso fue muy directo al hablar de la jugada que propició el gol del empate del Deportivo Aragón: «El fútbol tiene estas cosas. Alguna vez también cae a favor. Hemos sido un poco pardillos en esa jugada, no la hemos defendido bien, la verdad. Después del despeje, tenemos que barrer antes y nos hemos quedado enganchados y hemos habilitado a su central... Es un error, pero es la última jugada del partido con la tensión de la pera», opinó. «Te acuerdas de esa jugada y no las que has tenido para haber matado el partido anteriormente. Son cosas que pasan», agregó.

Pouso, sin embargo, resta trascendencia a ese error. «Tampoco puedo recriminar a los chavales porque creo que han hecho un gran esfuerzo, han generado y han trabajado bien».