«Lucharemos hasta el final, pero la permanencia está complicada»

– Renovó con el Náxara tras ser una pieza clave del ascenso pero no fue hasta el pasado domingo cuando volvió a vestirse de corto. ¿Qué le ha ocurrido estos meses?

– La verdad es que he tenido muy mala suerte. Me operé de la muñeca en verano, con la idea de comenzar la temporada bien, pero una semana antes de empezar a jugar tuve un accidente con el coche en el que me rompí por primera vez la clavícula. Es una zona que tarda cerca de tres meses en soldar por lo que volví a entrenar con el equipo de cara a poder jugar en Las Gaunas. El mismo día que cogí el alta me caí en un entrenamiento, cayendo en esta zona, y me la volví a romper muchísimo más. Vaya, me la destrocé, por lo que tuve que comenzar con el proceso de recuperación desde cero.

– ¿Está totalmente recuperado?

– Llevo un mes entrenando aunque sí que es cierto que llevo casi diez meses sin poder jugar. La última vez que competí en un partido oficial fue en Tercera División, exactamente, el día que ascendimos. En principio, la clavícula está soldada ya así que si no hay ningún problema estoy al 100%.

– ¿Qué sintió al volver a jugar el pasado domingo?

– Estaba con unos nervios impresionantes. Soy una persona nerviosa de por sí pero en este tipo de situaciones lo soy más. A pesar de eso disfruté mucho ya que la grada me ovacionó y me aplaudió cuando salí a jugar.

– Parece que su entrada al campo sentó bien al equipo al conseguir marcar en el tramo final...

– Fue una gran victoria, la verdad, con la que conseguimos encadenar tres jornadas puntuando. Este es el camino. En mi caso particular, no hay mejor manera para debutar en la categoría que con un triunfo así después de tanto tiempo.

– ¿Cómo ha sido ver caer a su equipo todos estos meses desde la grada?

– He sentido mucha impotencia porque quería ayudar pero no podía. Seguramente con mi aportación no hubiera sido suficiente pero, al menos, desaparecería esa sensación de culpa que he arrastrado estos meses. Ha sido duro.

– Además de su lesión, el Náxara ha sufrido de tener la enfermería a rebosar este curso...

– Ninguno nos esperábamos llegar en esta posición a estas alturas del curso. Teníamos un grupo muy majo a principio de curso para poder mantenernos en la categoría y hacerlo bien pero las lesiones nos han lastrado mucho. Hemos estado varios meses con trece jugadores dentro del banquillo al tener a siete lesionados importantes. Está claro que eso no ayuda al optimismo.

– ¿Cree que esa ha sido la razón principal por la que el Náxara ha estado casi toda la temporada en puestos de descenso?

– Puede que sea la más importante. Es cierto que hay otras muchas situaciones que explican que estemos en descenso pero apenas teníamos relevo en el banquillo y el cansancio se nota cuando siempre son los mismos los que juegan. Ese cansancio puede explicar también que en muchos partidos nos hayan terminado metiendo en los últimos minutos. Todo suma.

– ¿Cómo ve la permanencia?

– El Náxara va a luchar hasta el final aunque hay que ser realistas, la permanencia está muy complicada. Tenemos que mantener esta buena racha, ir partido a partido y disfrutar de la categoría. Una de las mayores fortalezas que tiene el club es su vestuario. Somos una piña y los capitanes no permiten que nos vengamos abajo por muy dura que sea nuestra situación.