La UD Logroñés B saca su rodillo

El inicio del choque no hizo justicia a la calidad de los contendientes. Después de un ir y venir interminable de jugadas que no terminaban de encajar, el Tropezón puso la balanza del lado local al ser los culpables de una mano en el interior del área que abriría la veda. Dulce, desde los once metros, transformaba para abrir el marcador del Mundial'82. Esto no había hecho más que empezar.

La intensidad aumentó a la vuelta de vestuarios. La plantilla del filial no perdió el tiempo y Giuli, un garante en la ofensiva logroñesa, terminaba rematando a placer ampliando la ventaja local en el minuto 55. Del otro lado, la ocasión más clara del cuadro cántabro llegó con una falta directa, lanzada por Fresno, que terminó estrellándose en el larguero ante la atónita mirada de la veintena de aficionados que se acercaron desde Torrelavega.

Los nervios se empezaron a adueñar del Tropezón que volvió a cometer un error en el interior del área. Zorrilla, en su intento por frenar el ataque riojano, pegó un fuerte agarrón a la camiseta de Ali cuando encaraba a portería. Tarjeta Roja. Los visitantes se quedaban con uno menos. Giuli fue el encargado de lanzar el penalti que dejaba el encuentro casi resuelto.

El abultado resultado confió a los blanquirrojos que bajaron la guardia en la defensa. Algo que fue aprovechado por el rival y que, pese a la inferioridad numérica, supieron hilvanar para reducir la diferencia. El encargado de hundir el balón al fondo de la red de Víctor Pradas fue Mario, en el minuto 72.

No bajó los brazos la UD Logroñés B y después de encadenar varias jugadas llenas de peligro tanteando la puerta rival, Aitor fue el encargado de materializar sentenciado minutos antes del final.