La UD Logroñés se mide al mejor de la segunda vuelta

El Aragón ya fue un adversario complicado en el partido de ida. Como ocurrió ante el Alavés B, la UD Logroñés generó fútbol y ocasiones para ganar pero no pudo pasar del empate. Incluso se libró de la derrota, pues los aragoneses se adelantaron en el marcador. El escenario es ahora diferente.

Separados por dos puntos en la clasificación, la UD Logroñés pone en juego incluso su tercera plaza. El Aragón es un adversario de rachas como reflejan sus números, de empujones, aunque ha alcanzado una velocidad de crucero que refleja que suma seis jornadas sin perder, repartidas en tres empates y tres triunfos, y que en los últimos once partidos solo ha lamentado una derrota, en Lasesarre.

Rachas claras. El filial comenzó la temporada ligando cuatro empates y dos victorias en sus seis primeros partidos y vivió su mal momento al enlazar dos derrotas consecutivas, contra Athletic B y Barbastro. Su segunda racha, victoriosa en este caso, la abrió ante el Utebo y la cerró contra el Arenas. Cuatro triunfos consecutivos que decían, además, que en siete partidos había sumado veintiún puntos. Entre esta segunda y tercera rachas, la derrota frente al Barakaldo. Cerró el año con un empate ante el Calahorra y lo abrió con otro frente al Tudelano. Cedió dos puntos ante el Náxara, pero tras la victoria sobre la Real Sociedad C todo ha sido menos complicado. Dos triunfos más, sobre Gernika y Brea.

Los aficionados blanquirrojos recuerdan aún la actuación de Carlos Calavia en el partido de ida. Libró a su equipo de encajar más goles. Nueve goles encajados en sus catorce partidos. El Aragón no destaca ni por ser un equipo goleador, 27 tantos, ni por mantener cerrada su portería a cal y canto, 14, pero sí que sabe rentabilizar sus goles. Además, el gol maño es coral. Doce de sus jugadores han marcado. Lidera la lista Aitor Mañas, con seis dianas, pero nombres como Marcos Cuenca, Chema Aragüés o Fabio Conte le secundan con cuatro. Y no son los únicos.