Victoria. Lo mejor. Partido para olvidar y triunfo para recordar el que ha protagonizado la UD Logroñés este domingo en Las Gaunas, 3-1. Poco más se puede decir de lo sucedido. Los tres puntos permiten a los riojanos mantener el ritmo de persecución hacia ... la segunda plaza del Barakaldo. El juego, sin embargo, invita a la reflexión, aunque cuando ganas éste queda en segundo plano.
Publicidad
UD Logroñés
Royo, Yasin, Ugarte, Monreal, Codina, Seguin (Cobo, 62), Sarriegi, Urcelay (Marchena, 82), Goti (Unai García, 66), Arias (Bravo, 70)y Jony (Yurrebaso,
3
-
1
Tudelano
Roberto Santamaría, Irurita, Borja, Mikel Santamaría, Santiago, Vélez (Iker, 64),, Otegui (Álvaro, 64), Santigosa, Sito, Rodrigo, Eder (Simeone, 22)
Goles: 1-0, m. 40. Seguin; 2-0, m. 44. Monreal; 2-1, m. 72. Simeone; 3-1, m. 90+. Unai García
Árbitro Rodríguez García. Amonestó a los locales Monreal, Goti, Arias, Una García y Royo; y a los visitantes Barrera, Roberto Santamaría, Simeone, Borja y Santigosa. Expulsó por roja directa a Sergio Gaya, preparador físico del Tudelano, con el partido ya acabado.
Incidencias: Las Gaunas. Vigésimo novena jornada de liga. Tarde con sol y buena temperatura. 2.183 espectadores en las gradas. Al final del encuentro, se originó una tangana a la entrada del túnel de vestuarios, que apenas duró un par de minutos..
El fútbol es el momento. Aprovecharlo y marcar la diferencia. Y ese aprovechamiento suele venir ligado a la calidad propia o al error del rival. Incluso es una fusión de ambos en algunos momentos. La UD Logroñés apeló al primer supuesto para cimentar su triunfo sobre el Tudelano. Llegaba al enfrentamiento con la urgencia, siempre la urgencia, de ganarlo, y lo hizo en apenas cinco minutos, los que separan la recta final del primer tiempo con el final del mismo.
Noticia relacionada
José Martínez Glera
No había pasado nada en Las Gaunas. La tarde era soñolienta. La UD Logroñés quería marcar, pero sin descubrirse defensivamente y el Tudelano no quería encajar, sino protagonizar un partido largo en el que tener la oportunidad de ganar en los últimos minutos. Pobre idea. El sonido del bombo que rompía el silencio dominical no sonaba ni a pasión ni a muerte ni a resurrección. Simplemente rompía el silencio en una tarde aburrida. La UD Logroñés mandaba, tenía la posesión e incluso llegaba pero no lograba que el aficionado se levantara de su asiento. Llegaba bien la UDL por ambos carriles, pero no encontraba juego por dentro, espacio que no ocupaban ni Arias ni Jony. Goti pidió pena máxima tras ganar la espalda a la zaga navarra, pero sus protestas no calaron ni el árbitro ni en la grada. El aficionado solo despertó cuando Seguin superó a Roberto Santamaría y alteró el rumbo del partido. Corría el minuto 40 del mismo. Goti cambió de ritmo dentro del área y buscó el disparo cruzado; el exguardameta blanquirrojo despejó el esférico con una gran mano, pero no pudo evitar que Seguin aprovechara el rechace en pugna con Jony. Apenas unos minutos después, el propio Seguin volvió a reivindicarse al poner el balón en la cabeza de Monreal desde el saque de esquina. Gol de entrenamiento. Todo había cambiado en dos acciones aisladas. El partido estaba hecho.
Hecho porque el Tudelano carecía de ambición. No tiene un objetivo mayúsculo en la competición, salvo la Copa. Su predisposición no varió en el segundo periodo. Es más, adormeció a los locales, que se vieron con los puntos en el bolsillo y decidieron que el encuentro estaba acabado, aunque esa decisión no le correspondía a él, sino al colegiado. Y este decidió llegar hasta los 94 minutos, tiempo añadido incluido.
Así, si en el primer periodo pasó poco, en el segundo menos. Sí que se estiró el Tudelano tímidamente. Recortó diferencias merced a un gol de Simeone, que poco después empató el partido, pero la acción estaba invalidada por un claro de juego de Sito. Seguía ganando la UDL, pero ya había recibido una advertencia seria. Tan seria como que Diego Martínez apuntaló la medular con dos jugadores de corte defensivo como Marchena y Cobo después de dar entrada a Yurrebaso, en el descanso, Unai García y Bravo. No quería líos, no quería lamentar un gol de carambola que le privase de la victoria. No solo apuntaló la medular, sino que la nueva idea le permitió ampliar el marcador a la contra. Unai García se guisó y se comió el gol, el 3-1, el de la absoluta tranquilidad. Sigue la persecución.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.