Los jugadores de la UD Logroñés celebran su primer gol, el de Sarriegi UD LOGROÑÉS

La UD Logroñés gana en un domingo de contrastes

Los blanquirrojos sufren para derrotar al Egüés, que siembra de miedo Las Gaunas, pero elevan el valor de su triunfo gracias a otros resultados

Domingo, 4 de febrero 2024

Victoria, 3-2, pero no por goleada. Triunfo apurado en un partido abierto hasta el final. Para la UD Logroñés lo fundamental en un domingo gris son los tres puntos, porque además el Barakaldo empató y el Alavés B perdió. Resultados que dan más valor ... al marcador de Las Gaunas, aunque como es lógico Diego Martínez y sus hombres deberán pensar qué ha pasado para sufrir ante el Valle de Egüés.

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Más de uno acudió a Las Gaunas para disfrutar de una tarde plácida, incluso aburrido con el paso de los minutos, pensando en la superioridad de la UD Logroñés ante un rival amenazado por el descenso. Un encuentro que recordase a los vividos ante Gernika, Izarra, Calahorra o Náxara. Pudo serlo, no lo fue, pero la grada concluyó celebrando el triunfo.

UD Logroñés:

UD Logroñés: Royo, Beñat, Monreal, Codina, Iñaki, Unai (Goti, 78), Sarriegi (Marchena, 61), Urcelay, Madrazo (Seguin, 78), Arias, Jony (Yurrebaso, 15 (Bravo, 78).

3

-

2

Valle de Egüés:

. Lekunberri, Arroki, Retegui (Astrain, 51), Javi Teres (Olague, 74), Roncal, Grande, Miguel Díaz (Olague, 74, Iriarte (Burusco,74), Fermín (Lara, 68), Hugo Teres y Palacios (Arellano, 68)

  • Goles: 1-0, m. 8. Sarriegi, en el segundo palo; 2-0, m. 13. Madrazo aprovecha un rechace de Lekunberri; 2-1, m. 45. Palacios; 2-2, m. 55. Palacios; 3-2, m.. 56. Urcelay

  • Árbitro: Urízar Díaz. Amonestó a Arias, por la UD Logroñés; Iriarte, Palacios, David Acaz (segundo entrenador), Lara, Arroki y Daniel Ederra (entrenador), por el Egüés.

  • Incidencias: Vigésimo primera jornada en Segunda Federación. Tarde soleada. 2.963 espectadores

Las Gaunas era un continuo murmullo, incluso silencio cuando vio a su equipo marcar dos goles antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de juego. Partido hecho, pensó. No había sorprendido Diego Martínez con su once inicial, salvo por la inclusión de Unai García en la banda derecha. Se confiaba en una victoria cómoda y, además, la superioridad blanquirroja era absoluta desde el inicio. Manejaba a su antojo el partido, pero en ocasiones es tal el desequilibrio de fuerzas que induce a relajar la mente involuntariamente. Ahí es donde reside el peligro. Apenas habían necesitado Sarriegi, Urcelay y Arias unos minutos para dar el balón a su equipo y para dejar a su rival en campo propio. Dos líneas de cuatro y una de dos muy juntas en defensa, pero alegres en la transición. Sin embargo, no tenía salida y cuando la buscaba perdía con suma rapidez el esférico. Jony, que se retiró lesionado tras el segundo gol, advirtió a los dos minutos, pero fue Imanol Sarriegi, de nuevo en el segundo palo, el que marcó a la salida de un córner de múltiples toques. Diego Martínez ya tenía su regalo de cumpleaños, marcar primer, ponerse por delante en el marcador. Regalo doble, porque la victoria mínima también es tramposa. Sus jugadores se afanaron en ofrecerle el segundo, cuando Madrazo aprovechó el rechace de Lekunberri para alojar el balón en las redes.

El enfrentamiento era fácil, peligrosamente fácil. El control, absoluto. La libertad de Urcelay y Arias se traducía en continuas oleadas de ataque, por dentro y por fuera, activando a Beñat y Unai por la derecha y a Iñaki y Madrazo por la izquierda. Madrazo, Urcelay y Arias dispusieron de claras ocasiones dentro del área, pero sin definición. Jugaban a placer ante un adversario inexistente en ataque. Miguel Díaz disparó alto en su segunda aproximación. Calma. Ahora bien, lo que nadie esperaba es que antes del descanso Palacios ganase en la carrera a Beñat y aprovechara el balón de Roncal, tras ganar la línea de fondo por el carril derecho, para recortar diferencias. El regalo se devaluaba, aunque seguía manteniendo un alto precio.

El gol podía hacer daño. Todo dependía de cómo se encarase la segunda mitad. El inicio fue áspero. Balón por todos los lados, pero por ninguno hasta que llegó el momento de inflexión. Urcelay protestó una falta en campo navarro, pero el Egüés montó la contra que despertó a Las Gaunas tras silenciarla. Una jugada sin peligro dentro del área, que acabó con un gol de Fermín desde más de treinta metros. El balón botó ante Royo y le superó. Un mal día que, gracias al fútbol, se convirtió en una buena tarde, porque apenas había sacado de centro la UD Logroñés y Urcelay dejaba el balón en las redes de Lekunberri tras un soberbio disparo lejano. Ahí despertaron las gargantas, que ya no callaron. Habían sentido el miedo a no ganar en un día en el que el Barakaldo había empatado en Calahorra y el Alavés B había perdido en Brea de Aragón. Incluso el Athletic B había sufrido el sábado para superar al Izarra. Tiempos complicados ya. De ahí que el miedo fuera mayor. Miedo que se mantuvo hasta el final, aunque en los malos días es cuando hay que ganar. En los buenos, el triunfo suele llegar solo.

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