La lesiones se ceban con el Alfaro en este primer mes

Con Lacruz, la enfermería del Alfaro tiene otros tres inquilinos: el central Iván Rubio, a quien le espera operación y larga recuperación, el lateral Aitor Pérez y el delantero Arturo Fernández. De ella ha salido Unai Ayensa.

Porque la buena noticia para los intereses blanquillos este domingo, pese a la derrota ante el Tudelano y la lesión de Lacruz, fue el debut de Ayensa, que arrastraba una dolencia desde el primer amistoso de pretemporada en Estella. Llegado al club este verano desde la Mutilvera, el jugador de 22 años disputó su primera media hora, dejando buenas sensaciones en la creación sobre la frontal. Puso un centro al área que empujó Balda y salvó un defensa y probó un disparo.

Ayensa entró al campo en el 65 junto a Fernando Rubio, relevando a León y al lesionado Lacruz. «Diego ha sufrido un fuerte golpe en el gemelo y estaremos pendientes esta semana de su evolución», explicaba tras el choque el entrenador, Óscar Gurría.

La confianza del cuerpo técnico de que se quede en un golpe está acompañada de la esperanza de la pronta recuperación de los otros dos lesionados: Aitor Pérez sigue cuidando el esguince que sufrió en Ejea de los Caballeros y el delantero Arturo Fernández, la fisura en un hueso del pie derecha por una entrada en el primer partido en Guernica. Los tiempos para poder volver a ver de corto a Iván Rubio pasan por la operación para recomponer las roturas del menisco exterior y del ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda, además del esguince del ligamento lateral interno y la fractura del subcondral del platillo tibial externo.

Con estos cinco lesionados, el 25 por ciento de la plantilla del Alfaro ya ha pasado por semanas de lesión y recuperación. Su puesta a punto es fundamental para un plantel corto, con veinte jugadores, a los que se han unido los canteranos Gonzalo Casas (que ya ha jugado en dos partidos) y Nacho Cuartero.