Lasheras crea una UDL más ambiciosa pero sin resultados

Carlos Lasheras ha insistido desde los despachos en la importancia de mantener la portería a cero e incluso establecía una cifra orientativa: diecisiete goles por temporada. Es decir, un tanto cada dos partidos. No lo ha logrado esta campaña, porque ya suma diecinueve, pero sí que es verdad que el equipo ha sido capaz de no encajar ningún gol en catorce de los partidos jugados hasta la fecha.

Aun así, es un bloque débil en su área, sobre todo ante los clubes con los que se estaba jugando las cinco primeras plazas. La última prueba, el gol que el domingo celebra la SD Logroñés, en el que Oriol pone el balón en juego en corto, Montero supera con un pase interior la inexistente presión de los delanteros, a Iñaki y a Garrido, y Lazkano deja atrás a Mateo, Dias y Monreal, sucesivamente, antes de dar el balón a Álvaro García para que anote.

Marcó un gol el pasado domingo y pudo sumar alguno más, pero su mala relación con el gol explica los trece empates que suma el equipo esta temporada, casi la mitad de sus partidos. Con esa estadística no se puede pensar en liderar la clasificación y sí en pelear una plaza en el 'play off' de ascenso, siendo muy optimista.

El gol llegó esta vez en una acción ensayada que culminó con un prodigioso salto de Andrei Lupu y un soberbio cabezazo inalcanzable para Oriol. En la primera mitad, Madrazo estrelló el balón en la madera y Montero impidió que Yasin convirtiera el rechace en gol. En la segunda, Lupu dispuso de dos ocasiones para marcar el segundo gol, al igual que Agüero, con un lanzamiento directo.

Uno de los grandes cambios apreciados el domingo. El mismo once puede ser defensivo u ofensivo, depende de la mentalidad con la que se afronte el partido. Carlos Lasheras cambió hombres, pero también la idea. La UDL no saltó al césped a especular y ver cómo pasaba el tiempo a la espera de una acción aislada. Éste ha sido una de los conceptos que han primado en otros encuentros. Y al final, se ha quedado sin tiempo y se ha apresurado en los últimos minutos.

La UD Logroñés del domingo quiso el balón y sobre todo quiso atacar desde el primer minuto. Descartó ceder la iniciativa a su rival, aunque pasó por momentos en los que la SD Logroñés fue superior. Monreal remató de cabeza a los diez minutos; Oriol desbarató una acción de Lupu tres después; Madrazo llegó al segundo palo para rematar en el diecisiete; Nacho Ruiz desvió el balón a disparo de Barrero; y Barrero, Yasin y Lupu disfrutaron de sus ocasiones antes del descenso.

Una vez empatado el partido, y ante un escenario más abierto, Lupu, por dos veces, y Agüero, a balón parado, pudieron marcar. En suma, generó más ocasiones y más claras que en anteriores compromisos, pero solo marcó en una de ellas. Insuficiente.

Una de las grandes lagunas de este equipo a lo largo de la temporada ha sido la ABP, las acciones a balón parado, como le gustaba decir a Miguel Flaño. La estrategia no ha sacado del atolladero al equipo en casi ningún enfrentamiento. Marcó en Vitoria, por ejemplo, y empató en Las Gaunas ante el mismo rival, el Alavés B, pero poco más.

El domingo sí que se vio una mejoría en este sentido, al menos sus hombres lograron rematar. El gol se genera en un saque de esquina. En los primeros minutos del partido, Julen Monreal también remató de cabeza a balón parado, pero la zaga de la Sociedad mandó el esférico a saque de equina. Aun así, poco bagaje.

Carlos Lasheras iba a apostar por la experiencia y los jugadores que él fichó. Era una obviedad que se cumplió. Rescató a Mateo para el lateral, al que trajo del Sestao, y formó carril con Iñaki. Ubicó a Madrazo por la derecha, por delante de Yasin, para ensanchar el campo jugando a pierna natural, aunque se vio un poco más perdido al vasco a pesar de ser diestro. Mantuvo la unión de Caballero y Garrido ante la ausencia de Sarriegi, porque de estar listo hubiera jugado este último.

En ataque, apostó por arropar a Lupu con Álvaro Barrero. Hasta ayer solo habían coincidido en el once en dos partidos, contra el Izarra y contra la SDL. El aragonés no era titular desde el partido contra el Aragón (0-4). Quizá pierda imaginación el equipo en esa zona, pero gana en verticalidad, en llegada al área y en remate. Siete goles suma Barrero.

En suma, otra forma de moldear el once con los mismos materiales. Una jornada en la que no participaron jóvenes de la cantera que han tenido protagonismo, pero tampoco fichajes importantes como Pablo Valcarce, al que también firmó Lasheras, por cierto. Tres partidos y cincuenta y cinco minutos.