Juntos, pero no revueltos

El equipo blanquirrojo desembarcó en Estepona, tras un largo viaje, el 16 de julio del 2020, dos días antes de jugar contra el Castellón. No quería Sergio Rodríguez pasar muchos días en la costa para evitar alterar la rutina de trabajo y pensando también en otros condicionantes como el clima, más caluroso y húmedo.

Aquel mismo jueves, la UD Logroñés se ejercitó en el Marbella Center, instalación muy cercana, en San Pedro de Alcantara. Y el viernes, el equipo pisó las instalaciones del Banus Center, entonces bautizado con el nombre de La Dama de Noche Football Pitches. Sesión suave, pensando en el partido del día siguiente, y bajo extremas medidas de seguridad, ya que era obligatorio el uso de la mascarilla debido a la pandemia.

La instalación presenta varios campos de fútbol, perfectamente cuidados en aquel momento, pero que carecían de grada para el aficionado porque allí no jugaba el Marbella. Se le ha dotado de un pequeño graderío con capacidad para unos 600 espectadores.

El Logroñés no era el único protagonista de aquella fase de ascenso, aunque era consciente de que si ganaba al Castellón iba a ser tan efímera como exitosa. Y así fue. Subió a Segunda en su primer intento. El Castellón también ascendió, pero necesitó una semana más. En Málaga, en casa, también estaba el Marbella.

En aquel equipo jugaba Esteban Granero. Quedó encuadrado en el mismo grupo, el cuatro, que Cartagena, que ascendió, Badajoz y Yeclano. Con el apoyo de su afición por jugar en casa, entró en la competición en octavos de final, frente a la Peña Deportiva. Compromiso que se jugó en el Marbella Center y que concluyó con derrota local por 0-2. La Peña Deportiva caería en cuartos de final, contra el Castellón. En aquella extraña edición también lograría el billete a Segunda el Sabadell, que superó a Atlético de Madrid B, Cultural Leonesa y Barcelona B.