Fútbol con denominación de origen en Guijuelo

El blanco y el rojo de las camisetas de la UD Logroñés se impusieron claramente durante las horas previas al encuentro. Guijuelo no es una localidad demasiado grande, por lo que no resultó nada complicado encontrar a algunos de los más de 300 riojanos que se habían desplazado para seguir las evoluciones de su equipo. Se les diferenciaba claramente en medio de numerosas tiendas que ofertaban el jamón tanto de mil maneras posibles, tanto en el corte como en el envasado.

Las terrazas situadas en el entorno de la plaza Mayor pronto se llenaron de riojanos, tanto para tomar el aperitivo como a la hora de comer. Por la zona se dejaron ver también caras ilustres como las del director deportivo del club, Carlos Lasheras; el vicepresidente, Juanjo Guerreros; el entrenador del Calahorra, Carlos Pouso; o la presidenta del Parlamento de La Rioja, Marta Fernández Cornago.

Encontrar alguna camiseta blanquiverde entre las blanquirrojas resultaba complicado y los riojanos fueron aumentando sus decibelios conforme la hora del partido se acercaba. No en vano, tras la comida y una vez que se había desinstalado el mercadillo que durante la mañana había llenado la plaza del Ayuntamiento, llegó el momento de juntarse para ir preparándose para el corteo hacia el campo. En ese momento, los cánticos, acompañados de algunas bengalas, se multiplicaron. Efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil observaban, pero sin la necesidad de intervenir.

Y a las cinco tocó poner rumbo al campo. Un trayecto de algo menos de media hora en el que los aficionados blanquirrojos no pararon de cantar y animar a su equipo. Lo hacían los mayores, también los más jóvenes e incluso los niños acompañaban con sus voces a los adultos. Llegaba el momento de la verdad.

Una vez dentro de las instalaciones del Luis Ramos, los seguidores riojanos estuvieron situados en uno de los fondos, tras la portería que defendió Kike Royo en el primer tiempo y Rabanillo en el segundo, Esa fue su fortaleza y desde ahí animaron con ahínco, mientras la afición local hacía lo propio con su equipo. Un bonito y sano duelo sin insultos y con respeto.

El partido tampoco ofreció demasiadas alegrías a ninguna de las dos aficiones, que parecían conformarse con el empate sin goles a la vista de las escasas ocasiones que uno y otro conjunto fabricaban sobre el terreno de juego. El fútbol no estuvo al nivel que tienen el vino de Rioja y el jamón de Guijuelo, pero eso no frustró una bonita jornada en Guijuelo. Dentro de una semana, Las Gaunas volverá a vivir un día de fútbol con denominación de origen calificada.