La fidelidad de la afición
Jugador número 12 ·
La masa social de la UD Logroñés ha ido fluctuando junto a éxitos y malos años de su equipo, pero desde su primer partido, en el año 2009, 866.007 espectadores han pasado por Las GaunasJugador número 12 ·
La masa social de la UD Logroñés ha ido fluctuando junto a éxitos y malos años de su equipo, pero desde su primer partido, en el año 2009, 866.007 espectadores han pasado por Las GaunasPocos sentimientos hay tan fuertes como el de pertenencia a un grupo. El ser humano, desde siglos atrás, persigue asentar las raíces en un proyecto común con la gente que comparte sus mismos gustos e inquietudes. Nos reconforta, y siempre lo ha hecho, estar acompañados ... y luchar de la mano por lo que realmente nos mueve. Una pasión llamada fútbol y una devoción que no todos los cuerdos entienden, pero que algunos locos conciben como forma de vida. Porque a uno no le gusta el Logroñés; uno es del Logroñés. Y así lo ha sido desde el 2009. Con sus más y sus menos, el equipo de Félix Revuelta ha mantenido una buena masa social que le ha secado las lágrimas cuando se ha caído y que le ha manteado cuando se ha recompuesto. Un total 866.077 espectadores han pasado por Las Gaunas en los partidos que ha jugado su equipo en las diferentes competiciones. Ha llenado el Municipal contra la Real Sociedad, el 4 de enero del 2023, y este domingo puede repetir ese 'no hay billetes' por segunda vez en su corta pero intensa historia.
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La UDL nació con el objetivo de devolver el fútbol de élite a la afición riojana tras el varapalo del histórico. Utilizó la plaza del Varea, que acababa de lograr el ascenso a Segunda B. En su primer año, consiguió registrar más de 52.000 espectadores en Las Gaunas durante toda la temporada 2009/10. Si bien, a medida que el objetivo del ascenso se iba alejando, la euforia inicial también fue desinchándose con una media de 2.745 asientos ocupados por partido.
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Josip Visnjic ocupaba el banquillo del Municipal pero, con la siguiente campaña, la directiva blanquirroja decidió tomar la decisión de apostar por un hombre de la casa. Nacho Martín cogió las riendas del equipo para devolver la ilusión a Las Gaunas registrando unos mejores datos de asistencia, tanto en la global como en la media por partido. A éstos habría que añadir los cerca de 9.000 espectadores que dejó el Valencia en la Copa. El entrenador riojano no duró más de un año al mando, ya que su mala dinámica de resultados propició la segunda destitución en la historia del club con la irrupción de Pepe Blanco, quien peleó hasta la última jornada por meterse en el 'play off'.
El objetivo principal era el del ascenso y tres años después no se había logrado, generando un desgaste anímico importante entre los que, cada fin de semana, se acercaban al campo a ver jugar a la UD Logroñés. Se tocó fondo en la temporada 2013/14, con la pérdida de más del 50% de la afición con respecto a las tres primeras, con Raúl Llona como entrenador. Pero los blanquirrojos resurgieron como el ave fénix de la mano de Carlos Pouso, quien llevó al equipo al inicio de la época más dorada hasta el momento. Se alcanzó el hito de jugar la fase ascenso contra un Huracán que rompió el sueño de Segunda en mil añicos, pero que alentó la pasión. Le siguió el 'play off' contra el Villarreal B y Sevilla Atlético en la siguiente temporada, al igual que los partidos de Copa contra el Linares, UCAM y Sevilla, que permitieron volver a los números de las primeras campañas.
La era de Sergio Rodríguez comenzó en la campaña 2016/17. El preparador se encargó de dar forma a un proyecto que, cuatro años después, devolvería a Logroño al fútbol profesional. Ese era el objetivo desde un principio y las gradas respondieron. Como un buen guiso, el ascenso a Segunda se fue cocinando a fuego lento metiendo la ilusión en vena a la afición. La temporada 2018/19 fue especialmente buena en cuanto a número de asistencia. Y es que, se llegaron a rozar los 60.000 espectadores en Liga, a los que habría que sumar los 20.408 del 'play off' de ascenso repartidos entre los choques con el Badajoz y el Hércules.
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Las mascarillas y las vacunas impidieron que la ciudad y toda la comunidad celebrara el ascenso. El silencio inundó Las Gaunas mientras el equipo lamentaba no estar junto a su hinchada en su mejor momento. Duró demasiado poco. Se fraguó el descenso, aunque la afición demostró estar cuando su equipo le necesita. Muestra de ello fue la taquilla de una campaña en la que se llegó al récord de asistencia con 79.037 espectadores.
El caos se apoderó de una UD Logroñés que no daba con la tecla, pese al trajín de entrenadores. Albert Aguilá, Nacho González y, de nuevo, Sergio Rodríguez, se perfilaban como salvadores de un club que iba a la deriva. El equipo no aportaba la confianza necesaria y la hecatombe se desató al caer a Segunda Federación. Las cifras de taquilla volvieron al nivel de la fundación, con una media de 2.974 espectadores por partido. Hasta ahora. Y es que esta nueva fase de ascenso ha permitido que el aficionado reconecte con esa pasión perdida y que vuelva a ilusionarse por ir a ver un partido. Porque, ¡cuando Las Gaunas juega, Las Gaunas gana!
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