La falta de gol se reafirma como un gran problema

Un problema con el gol. La UD Logroñés cerró en Barbastro su segundo partido liguero sin marcar. No lo ha hecho en la competición y su balance es de un tanto en los tres partidos oficiales que ha jugado, Su difícil relación con el gol a favor no es nueva. Ya le pasó en pretemporada, aunque en ese momento también preocupaban los tantos encajados. En este sentido, el equipo riojano ha mejorado, pues no ha encajado aún.

Diego Martínez habló al término del compromiso en tierras oscenses de «adaptación». Lo había hecho antes del choque. Adaptación al campo, a su rival, a las pérdidas de tiempo, a lo poco que se jugó. «Hasta el minuto 15 no se ha jugado y aunque sabíamos que se iba a perder mucho tiempo, siempre condiciona. Te pones nervioso y vas más rápido de lo que debes. Nos ha faltado templanza», explicaba Martínez en sala de prensa.

Lo cierto es que el encuentro se asemejó al vivido contra el Bilbao Athletic. Primero, al equipo le cuesta mucho entrar en el partido. Segundo, acelera en los minutos finales del primer periodo. Pudo marcar a los vascos y pudo hacerlo a los aragoneses con un cabezazo de Madrazo y sobre todo en esa gran ocasión de Cobo, que no supo definir. Ya en la segunda parte, los laterales aparecen en ataque, hay más posesión, más movilidad y se generan más ocasiones, pero no concluyen en gol, el gran problema. En el Municipal de Barbastro pudieron marcar Urcelay, en un remate en el segundo palo; Jony, con un testarazo en el área pequeña; Madrazo, con un remate de cabeza en plancha; Goti, con un disparo cruzado que se topó con Fábrega; y dos acciones en el tiempo añadido de Seguin y Arias. En especial la del vasco, que se plantó ante el portero local en ventaja y cedió el balón al punto de penalti porque no se atrevió a abrir el balón al palo largo con su derecha. De haber atacado por el flanco izquierdo, hubiera acabado la acción con disparo. «Hemos generado ocasiones en el segundo tiempo, dos, tres o cuatro, pero no hemos sabido acabar o hemos fallado», se lamentaba Martínez.

Ahora bien, esta tortuosa relación con el gol no es nueva. Ya se quedó sin marcar ante Tarazona y Cultural en la pretemporada y erró ocasiones claras de gol, sobre todo ante La Calzada y Real Unión de Irún. Por las características de sus tres hombres de ataque, la UD Logroñés necesita llegar al área. Cuando aparecen jugadores como Urcelay o Arias el nexo entre el juego de la medular y los atacantes mejora, pero si no aparecen los problemas son mayores. Y en Barbastro, el gran peligro llegó por la izquierda, con Iñaki como protagonista, más que por la derecha, donde Goti estuvo lejos de la versión exigible.

La otra cara de la moneda es el gol en contra. Tres partidos oficiales y ninguno encajado. Sus rivales le han creado ocasiones, pero el sistema defensivo no ha sufrido visiblemente. Soule y Hugo tuvieron las mejores oportunidades del Barbastro, pero Royo apareció con solvencia en la primera. Sin embargo, es insuficiente para ganar.

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