Excesivo castigo para el Náxara

Los de Nájera, pese a disponer de buenas oportunidades, recibió un correctivo inmerecido al no poder contrarrestar el gol inicial de Laborda. El cuadro local, que ocupa la plaza de promoción y que salvado del descenso directo salvo hecatombe, hizo notar la necesidad de puntos para llevarse el duelo y el Náxara acabó claudicando.

A los tres minutos, el Izarra se apuntó la primera oportunidad. Laborda, un dolor de cabeza para la zaga riojana, envió el balón al fondo de las mallas después de recibir un balón al espacio. Afortunadamente, el colegiado se percató de su posición antirreglamentaria y señaló fuera de juego.

El Izarra dominó hasta superar el ecuador del primer tiempo. Pradas sujetó al equipo riojano en varias ocasiones y mantuvo el 0-0. La más importante, un mano a mano con Javi Gómez en la que el meta tiró de reflejos y salió victorioso. Poco después, la reacción del Náxara trajo consigo las dos oportunidades más claras hasta ese momento. A los 26 minutos, Loza profundizó por el carril izquierdo y sirvió un centro a media altura. El cuero se paseó de lado a lado del área hasta llegar a las botas de Miguel Pérez que, sin pensárselo dos veces, probó fortuna y a punto estuvo de hacer el 0-1. Lo evitó una meritoria parada de Ángel Fraga.

Sin tiempo para reaccionar, Sotelo, el mejor del cuadro riojano, regateó a dos jugadores locales y dejó en bandeja el tanto para Miguel, quien, con todo a favor, no pudo direccionar el envío y la defensa pudo desbaratar la acción.

Se dice que el que perdona lo acaba pagando y este fue un claro ejemplo. Tras marrar las dos ocasiones, el Izarra gozó de una falta a favor que significó el 1-0. Rúper lanzó directamente a portería y Pradas pudo rechazar el disparo. Pero el despeje dejó en muy buena posición a Laborda, más atento que la zaga. El ariete fusiló y desató la euforia en la afición.

La escuadra najerina salió a morder tras el intermedio y agotó sus balas. Poco antes de la hora de encuentro, Orodea gozó de una ocasión en la que se vio solo ante Fraga. El delantero riojano optó por un golpeo ajustado, raso y potente, pero era el día del portero local, que sacó un pie decisivo para negarle de nuevo el gol al Náxara.

Después de otra oportunidad perdida, Eneko demostró lo importante que es la eficacia en el fútbol y dinamitó el choque. El capitán navarro vio venir el balón y, desde fuera del área, lo golpeó con violencia para ponerlo en la misma escuadra y firmar el 2-0.

El varapalo terminó por frustrar al equipo riojano y los jugadores de Josean García trataron de dar la cara hasta el pitido final. Ya sin fuerzas y volcado en busca del 2-1, los locales encontraron espacios y finalizaron el castigo con el 3-0 final. Arbeloa hizo de perfecto revulsivo y, en el tiempo añadido, cabalgó en un contragolpe para regalar el tanto a placer a un Iván Martínez que solo tuvo que empujar el balón para cerrar el resultado.