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Juanjo Guerreros, Miguel Flaño y Carlos Lasheras. Juan Marín
Miguel Flaño | Entrenador de la UD Logroñés

«El ascenso es cosa de todos, no solo del equipo»

Miguel Flaño implica a los diferentes estamentos de la UD Logroñés en la consecución de los éxitos mientras explica cómo concibe el fútbol y la exigencia

José Martínez Glera

Lunes, 1 de julio 2024, 14:12

La ciudad deportiva respira de nuevo actividad. No ha dejado de tenerla, pero después del último entrenamiento de la pasada campaña, Valdegastea se convirtió en un sitio más tranquilo, menos visitado. Debía superar el duelo antes de comenzar a preparar el nuevo proyecto. Y ahora ese nuevo proyecto es el protagonista, y cuenta con nombre propio, el del Miguel Flaño.

«Estoy muy contento, la verdad. Muy ilusionado, con muchas ganas. Y con ciertos nervios también, a pesar de que en mi trayectoria haya vivido diferentes cosas. La ilusión es especial. Creo que estoy ante una oportunidad muy buena. Ahora se trata de aprovecharla. Espero que todos juntos seamos capaces de cumplir los objetivos», dice el navarro, que vivirá su primera experiencia en un banquillo sénior y alejado del enorme paraguas que es Tajonar y, por extensión, Osasuna.

«Creo que estoy ante una oportunidad muy buena. Ahora se trata de aprovecharla. Espero que seamos capaces de cumplir los objetivos»

Miguel Flaño no llega solo, toma las riendas acompañado por Sergio Galán y Diego Arrazu, preparador físico. Es decir, el mismo trío que ha trabajado en el Juvenil División de Honor de Osasuna que cerró la temporada en mayo, en Valdegastea. El técnico entiende que su llegada a la UD Logroñés significa un «paso adelante muy importante» en su carrera y considera además que crecerá «mucho». «Hay un potencial, unas instalaciones maravillosas y una masa social importante. Y hay una plantilla competitiva, seguro, no tengo ninguna duda. Ahora tenemos que centrarnos en el día a día, en competir cada día, ilusionarnos en cada entrenamiento, en cada amistoso, en cada partido de competición… Crecer, que es lo que queremos», reflexiona.

«Queremos un equipo reconocible. Un equipo presionante, vertical, profundo y que transite bien. Y añado, que tenga adaptabilidad».

Flaño mezcla ambición y prudencia. Discurso realista. Centrarse en aquello que puede controlar y no pensar más allá del día que vive en un mundo, el del fútbol, en el que ayer ya se hablaba del 5 de mayo, del último partido, del día en el que se sabe, seguro, si se ha ascendido, si se jugará el 'play off' o si la temporada se cierra con suspenso. Fue capaz de pronunciar solo en una ocasión la palabra ascenso sin que sonase a vida o muerte, aunque sabe que esa palabra le puede cambiar la vida. «Sé perfectamente dónde estoy. Sé que la capacidad y el potencial existen, pero bueno, al final son palabras. Vamos a centrarnos en lo que depende de nosotros. Creo mucho en el trabajo, en el compromiso, en la dedicación, en la perseverancia, en caerse y en levantarse. Y esto será un camino con diferentes momentos, pero que tenemos que afrontar ilusionados desde el día a día. La palabra ascenso la comentas, pero no dice mucho. Que está ahí, es una evidencia, como el hecho de querer estar lo más arriba posible, pero creo que el mensaje de partida es sacar nuestro mejor gen competitivo para estar con los mejores», razona.

Perfilando la plantilla

Flaño trabaja mano a mano con Carlos Lasheras. De momento cuenta con el cincuenta por ciento de los jugadores de la plantilla y con la idea de comenzar a trabajar en la penúltima semana de julio. «Estamos perfilando detalles, pero la idea es empezar la pretemporada el 22 de julio, lunes, aunque no está cerrado por completo. En la segunda semana comenzaremos a jugar amistosos, cinco o seis en total, hasta que comience la liga», desvela.

Pretemporada que sirve para mucho. Flaño tiene que comenzar a dar forma a un proyecto nuevo casi al completo. «Creo que es muy importante que en la pretemporada consigamos plasmar lo que queremos ser. Es verdad que es un camino, pero yo quiero que se pueda ver un equipo reconocible, que la afición se identifique al máximo posible con él. Que todos seamos uno para poder cumplir los objetivos. No los vamos a cumplir ni el cuerpo técnico solo, ni los jugadores solos, ni la directiva sola, ni la afición sola. Los vamos a cumplir todos. Si estas cuatro patas empatizan, se identifican, conectan, las cosas irán saliendo bien», dice.

«Tenemos que ser capaces de ilusionarnos con cada momento de la temporada, con cada partido, con cada entrenamiento,…»

El primer paso será «conocer» a sus jugadores y a partir de ahí, «saber dónde están tus puntos más fuertes y menos fuertes». «Formamos un cuerpo técnico con ideas transversales, con unas señas de identidad que intento que se vean reconocibles en nuestros equipos. ¿Cuáles son? Ser un equipo presionante, vertical, profundo y que transite bien. Señas que van más allá del sistema o de los planes para un partido. Y añado la adaptabilidad. Creo que para hacer frente a rivales, en cada momento de juego necesitas un equipo completo. Es verdad que es más fácil decirlo que hacerlo. Un equipo que domine todos los registros del juego. Eso es lo que queremos todos los entrenadores», detalla.

Si la ambición le instaba a ver la temporada como una «oportunidad magnífica», la prudencia le impidió hacer público qué más necesita en una plantilla en la que ya cuenta con trece hombres. A simple vista, necesita refuerzos en todas las líneas, salvo la portería. «Iremos hablando y perfilando la plantilla. Confío totalmente en Carlos Lasheras, por lo que me ha transmitido estos días y por su trabajo a lo largo de los años. Hoy contamos con trece jugadores, pero es verdad que el equipo tiene que formarse, crecer y perfilarse bastante», señala. Hay cosas que no trascienden del ámbito privado, sino que se quedan ahí.

«Sabemos dónde estamos. La exigencia ha sido parte de mi carrera. A veces, hasta excesiva. Pero las cosas hay que hacerlas como uno quiere»

Flaño sí que ha dejadao claro, y ha insistido, en que todo aquella que consiga el equipo no será solo por sus integrantes, sino por ser capaz de hacer el club. «Tenemos que ser capaces de ilusionarnos con cada momento de la temporada, con cada partido, con cada entrenamiento,… Tendremos días mejores y días peores. Debemos ser capaces de llevar el protagonismo del juego en Las Gaunas pero también de ir a otro campo y saber que puedes pasar por malos momentos y sentirte incómodo. Ahí es donde debe estar la grandeza del equipo. Los rivales quieren jugar y ganar. La derrota también puede formar parte del proceso», relataba, consciente también de que su discurso tiene un gran condicionante, el marcador. «Los resultados deben existir, tampoco nos vamos a engañar. La afición no es para nada tonta, al revés, entiende perfectamente, sobre todo el que sigue un poquito más de cerca el día a día, el trabajo que se desarrolla. Y a partir de ahí, tenemos que intentar conectar para que todos nos sintamos mejor cuando vayamos a Las Gaunas. Pero ambos, equipo y afición, tienen que ir unidos», añadía.

Miguel Flaño ha pasado la mañana en Valdegastea. Su vida ha transcurrido entre una ciudad deportiva, Tajonar, y un estadio, El Sadar. Solo cambian los nombres. «Sabemos dónde estamos. La exigencia ha sido parte de mi carrera. A veces, hasta excesiva. Pero las cosas hay que hacerlas como uno quiere, con mucha exigencia, compromiso, dedicación y trabajo», insistía antes de ampararse en la realidad para concluir su primera rueda de prensa como entrenador de la UDL. «Estoy muy convencido de lo que podemos hacer. No lo vamos a hacer solos, esto va a ser una cuestión de conocimiento y de trabajo. No hay milagros», acaba.

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