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La presión por los números y la exigencia, tanto mental como física, que conlleva dedicarse al fútbol hizo que Emilio Lozano terminara desencantándose hace unos años de este deporte. Decidió dejar la SD Logroñés, después de haber hecho historia en el club catapultándolo a Primera Federación desde donde decidió colgar las botas de manera momentánea. Y es que, unos meses después de que el centrocampista tomase esa dura decisión, aparecieron Urquía y Neila para proponerle una oferta que no podría rechazar. Volver a divertirse al fútbol con la camiseta del Anguiano.
El futbolista logroñés anunció su vuelta al verde el pasado mes de febrero al poder compaginar su profesión con su amor por el deporte. Recaló en el banquillo de Isla con la ilusión y las ganas de poder «disfrutar del fútbol de otra manera». También lo hizo sin pretensiones al ver el ascenso como algo lejano. Pero la realidad es que el Anguiano empezó a despegar como un avión logrando una plaza en Segunda Federación al final del curso.
Desde su llegada en el mercado de invierno, Emilio se ha convertido en uno de los pilares más importantes del equipo que dirige Héctor Urquía. Ha jugado todos los partidos desde su fichaje, un total de 21, y ha marcado cinco goles para los serranos. Por todo ello, su renovación era una de las noticias que más se esperaban entre los aficionados del Anguiano.
Con la renovación de Emilio, el Anguiano ya cuenta con 22 hombres en su plantilla.
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