Dos meses esperando este regalo

No era un partido cualquiera, ya que estaba marcado fuera del calendario inicial. Y el comienzo fue atípico por necesidad. El encuentro no partía de cero, sino del minuto cinco, cuando fue suspendido en su momento por la espesa niebla que impedía la visibilidad sobre el césped del Estadio Municipal de Luchán. Este domingo, Ejea de los Caballeros amaneció despejada y fresca y el encuentro se pudo disputar sin ningún tipo de problema meteorológico. Fue un saque de banda favorable a la SDLogroñés el primer movimiento del duelo y no el tradicional inicio desde el centro de campo. A partir de ahí, 85 minutos por delante que comenzaron con los dos equipos con la intención de no especular. Los locales lo hacían con una presión alta y un juego más directo, los capitalinos con un especial interés por atacar por la derecha, con un activo Lamadrid.

Los de Carlos Pouso parecían dispuestos a hacerse con el balón y con el dominio del ritmo del choque, aunque no llegaban las jugadas de gol. Si acaso, acercamientos peligrosos con centros finales imprecisos.

Cambió de banda la ofensiva blanquirroja. Llegó Raúl por la izquierda en el minuto 24, pasó a Álvaro, que cedió a Nacho Ruiz, que disparó directamente por encima del larguero local.

Poco después, en el 28, Pau Miguélez tomaba el relevo a su compañero con un centro cerrado al segundo palo, donde apareció Raúl para cabecear. El balón golpeó en el brazo de Sola. Penalti claro, no hubo protestas. Diego Lamadrid fue el encargado de lanzarlo. Disparó seco, aunque no demasiado ajustado a la derecha. Acertó Troya con el lado y se estiró para detener el lanzamiento. Paradón del portero aragonés.

Es el sino de la SDL, juega bien, genera ocasiones claras pero no las materializa. Ya se refirió con sarcasmo a ello Pouso en la previa del partido: «Si se jugase sin porterías estaríamos mejor clasificados». Pero no era para tomarse a broma los dos meses que los blanquirrojos llevaban sin ganar y no habían podido tener una ocasión más clara que esta para poner la primera piedra y acabar con esta racha negativa.

En el 31, Álvaro intentó aprovechar la indecisión local tras el penalti, pero su disparo desde la frontal del área con la pierna izquierda le salió flojo y centrado y Troya no tuvo dificultades para detenerlo.

Tomó entonces la iniciativa el Ejea, liderado por un Marcos Bravo que hacía sufrir mucho a Pedro Augusto. Una jugada personal del extremo por la izquierda acabó con un disparo que se marchó fuera a escasos centímetros del poste contrario.

El último cuarto de hora de la primera mitad fue para los zaragozanos, aunque la última ocasión la tuvo Argente en el minuto 43. El capitán de la SDL cabeceó solo en el segundo palo un córner, potente pero alto.

Llegó el descanso con la sensación de que los visitantes habían hecho más, pero también con el resquemor de que se había escapado la ocasión de dejar encarrilado el triunfo. Además, el Ejea cerraba la primera parte en línea ascendente.

Salió de vestuarios la SDLogroñés con ganas de buscar la portería visitante de forma más directa que en la primera mitad pero, de nuevo, sin traducirse en ocasiones de gol.

El Ejea estaba bien parapetado, sin problemas para ceder el balón y buscando las contras con pases largos a la espalda de los defensores visitantes.

En el minuto 57, Castillo recuperó el balón en el centro del campo, cedió a Miguélez, que centró al corazón del área para que Lamadrid rematara de cabeza. Troya tuvo que despejar el balón por encima del larguero.

Fue la antesala del gol. En el saque de esquina posterior, al recién entrado Babacar le faltó contundencia en el despeje. Raúl Rubio lo aprovechó. Se hizo con el balón, se revolvió de espaldas a la portería y soltó un latigazo seco, raso y cruzado que alcanzó las redes locales.

Fue el premio al buen juego blanquirrojo. Miguélez tuvo un par de disparos para sentenciar pero no acertó. Palmás en el 63 buscó el empate y su tiro fue detenido sin dificultades por Oriol.

Introdujo cambios Iván Martínez para acelerar el choque en busca del empate con balones aéreos y segundas jugadas. Se ensució el partido entre cambios y tarjetas amarillas, algo que no favorecía a una SDL que había perdido el sitio.

Para colmo, Oriol, muy seguro todo el partido, sacó mal en el 85. Lo aprovechó el Ejea montando una contra que acabó con un peligroso disparo lateral de Palmás que pudo despejar la defensa a córner. Un susto que pudo convertirse en un castigo difícilmente recuperable ya.

No pasó nada más sobre el terreno de juego. Y, por fin, jugadores, técnicos y aficionados de la SDLogroñés pudieron celebrar un triunfo. Fue un regalo que llegó con un retraso de dos meses. Al menos lo hizo en una fecha especial. Seguro que ninguno de los regalos que les dejen mañana los Reyes Magos junto al árbol de Navidad sabe mejor que este merecido triunfo.