Descenso en diferido

Empataron a cero SDL y Fuenlabrada. Para respiro, pequeño, de los madrileños y para nueva angustia, cada vez más gorda, de los logroñeses. La igualada sin goles fue el reflejo de un partido que se abrió con al menos alguna pretensión de ir a por los tres puntos por parte de ambos bandos y que concluyó con una triste y pobre segunda mitad de equivocaciones y nubarrones de la que sacó el Fuenla el mejor partido. Aitor Larrazabal y los suyos volvieron a quedarse en un quiero de inicio y un no puedo en el resto del partido.

Y eso que a los dos minutos de juego ya pidió un penalti la SDL. Murua fue agarrado por detrás cuando pretendía rematar de cabeza en el corazón del área el primer saque desde la esquina del partido. El primer acercamiento de los fuenlabreños llegó casi inmediatamente después por medio de una diagonal de Raúl Hernández, que disparó desde la izquierda con la pierna derecha pero el balón no cogió la rosca deseada y fue a parar a las manos de Iru.

Estaba el partido agitado, con el esférico viajando de un lado al otro constantemente, aunque con la Sociedad siendo más insistente. En el minuto 8, Escobar se inventó una gran jugada por el carril central y se fajó con habilidad de los dos centrales. Disparó seco pero centrado y Belman pudo despejar el balón.

Presionaba el conjunto blanquirrojo e intentaba llevar la iniciativa pero sufría mucho en los balones aéreos al área y en las internadas de Raúl Hernández por la izquierda. Así, en un córner botado desde esa banda fue rematado con claridad por Lama. El balón se marchó fuera pero lamiendo la escuadra de Iru.

Se atascó entonces el cuadro local y el Fuenla se hizo con el partido, aunque sin ocasiones claras salvo un nuevo cabezazo, esta vez de Benito. Ha sido un mal endémico de la SDL a lo largo de la temporada la fragilidad defensiva en los centros laterales y este sábado no fue distinto, con los visitantes ganando los duelos por alto.

Intentaron de nuevo darle un arreón al partido los blanquirrojos antes del descanso, aprovechando las bandas con Manny y Óscar. Sin embargo, fue en una jugada aislada, tras un mal despeje visitante, cuando llegó la mejor ocasión de la SDL. Dani Garrido recogió el balón en la frontal del área y soltó un gran zurdazo que recibió otra magnífica respuesta de Belman, que despejó con un fino vuelo a córner, evitando el gol.

En la segunda mitad se repitió el guion del inicio del choque, pero ahora no llegaban las ocasiones y las imprecisiones se repetían por todo el campo.

Se diluyeron las buenas intenciones o, al menos, su ejecución. El choque entró en una espiral de intentos funestos por llevar el balón al otro lado del campo que acababan sin remisión en despejes defensivos y en nuevas caídas en errores y movimientos del balón con escaso sentido.

Al menos, al Fuenlabrada le valía el empate para algo, más todavía cuando la lesión de Sotillos dejo a los madrileños con uno menos al haber realizado ya los cinco cambios. Rascar un punto en Las Gaunas le servía para hundir casi definitivamente a la SDL y para no tener que depender de nadie para alcanzar la salvación.

Todavía la Sociedad Deportiva Logroñés no es equipo de Segunda Federación. O quizás sí, si espera a leer esta crónica en las últimas horas del domingo.

Si el Sabadell pierde (algo factible, ya que el Nástic es cuarto y querrá defender su posición), habrá que esperar a la próxima semana. Pero el descenso está claro, tristemente, que va a llegar.