Derrota de un Alfaro superior

La afición alfareña llevaba desde el 1 de diciembre, siete partidos, sin ver perder a su equipo en casa. Esa estadística se rompió ayer en un partido en el que los blanquillos fueron muy superiores en todas las facetas del juego a un Barbastro muy necesitado y que también rompió una estadística. Pisaba La Molineta como segundo peor conjunto visitante del grupo y se llevó los tres puntos gracias a un gol al filo del descanso muy protestado por los jugadores locales por falta de Binke sobre Jon al ir a amarrar el balón en salto antes de que, al caérsele, Sola rematara.

El Alfaro comenzó el partido con viento en contra. pero en el minuto cuatro Aitor cabeceó un córner cruzado que Íñigo remató forzado en el primer palo. Dos minutos después, Losantos recorría la derecha y su centro no encontró rematador en el área, pero sí el disparo de Balda. El campo estaba rápido para el juego directo y el Alfaro supo leerlo tocando. Dominaba. En el 13, Ayensa volvía a irse por la izquierda, le derribaban en falta y Aguado encontraba de pizarra en el saque elevado a Ayensa para su bolea. Alta.

En el 16, en un choque en la medular, Sota pedía el cambio. El golpe le dejaba maltrecha la rodilla izquierda. Entraba Riccobene. En el 22, Aguado entró a área por la derecha, centró y el árbitro decretó penalti por mano de Arroyo entre las airadas protestas aragonesas. Balda lanzó a la izquierda de Méndez. Se lo acertó. Morillas no pudo concretar el rechace a la red. En ese momento, el médico del Alfaro y la Cruz Roja tuvieron que movilizarse por la caída y fuerte golpe en la cabeza de un espectador alfareño. El partido estuvo unos minutos parado. Al regreso, el Alfaro siguió teniendo la inercia de ataque. Losantos ponía una falta en el 29 que peinaba Arturo y salió portero para frenar el remate de Morillas. En el 38, otra falta recibida por Ayensa finalizaba con un remate de Arturo que rozó el palo.

El Alfaro seguía dominando y abriendo bien por bandas fruto de la solidez defensiva. Apenas permitía al Barbastro pasar a campo de ataque. Todas las disputas eran locales. Menos la que, en el 45, llegó por banda derecha. En salto, cuando Jon estaba amarrando el balón, Binke golpeó sus dos brazos con la cabeza. El balón cayó y Sola, hijo del que fuera jugador y entrenador blanquillo, marcó a placer. Las protestas locales fueron airadas. El árbitro marchó a vestuarios pitado por ambas aficiones.

La segunda parte fue un monólogo del Alfaro buscando el empate. En la primera, Íñigo puso un balón al segundo palo, donde Balda boleó duro. Méndez repelió pegado al palo. Un monólogo sólo interrumpido por contras de un siempre peligroso Sola y después por Nico. El Barbastro se metió en su campo y convirtió el área en una maraña de piernas en la que se estrellaron disparos de Aitor, Parada, Aguado, una falta lanzada por Losantos en el 76. Jon se lució en dos pérdidas defensivas, tapando el gol a Nico y a Jorge. La última local fue de Gil. Tampoco encontró puerta.

Pese a la derrota, la lectura de Gurría era positiva: «Acabo con sensaciones impresionantes de buenas. Hemos ganado en todo menos en el gol. Hemos dominado todas las parcelas: físicas, tácticas, técnicas… pero no ha entrado el gol. Eso sí, estoy seguro de que le han hecho falta a Jon. El árbitro se equivocó».

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