Y David terminó sucumbiendo ante Goliat

El Náxara soñó alto este domingo en La Salera. Lo hizo tanto y tan fuerte que hasta imponerse al actual líder del grupo pudo convertirse en una opción factible. Al igual que cuando David logró cortarle la cabeza a Goliat. Y es que, lejos de lo que ocurrió hace una semana en Las Gaunas, los blanquiazules sacaron garras y dientes ante un Athletic B que tuvo que esperar al final del añadido para ponerse por delante en el marcador aprovechándose, además, de la inferioridad numérica de los locales. Al final, y sin merecerlo, la lógica se terminó imponiendo en forma de remontada.

No iba a ser un partido sencillo pero Josean García apelaba a la seriedad de los suyos para poder, al menos, plantar cara a un contrincante considerado como de «otra categoría». Los leones se movieron junto a su manada a La Salera pensando que se iban a llevar los tres puntos de manera plácida. Por contra, se toparon con un Náxara que consiguió estrenar su marcador antes de cumplirse el primer cuarto de hora.

Aday volvió por la puerta grande a la titularidad, tras varias semanas con molestias físicas, protagonizando una de esas jugadas que son más propias del fútbol profesional que de estas categorías. El extremo recogió el pase de Pradas desde la portería para conseguir driblar hasta a dos defensas rojiblancos y lanzar un potente disparo que se fue como un misil al palo largo. La afición blanquiazul enloqueció, no solo por cómo se había fraguado el primer gol de los suyos, sino porque además era ante el gran favorito de la temporada.

Había que mantener el resultado a favor por lo que el Náxara se dedicó a presionar y a defender con seriedad impidiendo que la cantera de Lezama generase en su área. Mientras tanto, Rojo y Villos intentaron asentar la ventaja local con un disparo del delantero en la media luna que pasó por encima del portero y se marchó rozando el travesaño de la meta rival.

La imagen del encuentro no varió demasiado tras la reanudación. El Náxara seguía plantado achicando las llegadas de un Athletic B que demostró un desborde físico, gracias a la juventud de su plantilla, que no era suficiente para traspasar la puerta de Pradas; a la vez que aguardaba cualquier ocasión para ampliar la renta. Esa ocasión vino multiplicada por tres, en forma de una sucesión de rechaces que frenó Gastesi desde el suelo.

Minutos después de ese rebufo blanquiazul, la cantera de Lezama ponía el empate en el luminoso tirando de Izeta, su punta de referencia. Aun así, el punto era bueno pero las esperanzas empezaron a disiparse cuando los locales se quedaban con uno menos tras la expulsión, por roja directa, de Merino. Esta inferioridad najerina fue aprovechada por el líder para imponerse en el añadido dejando al Náxara caído en combate.

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