La losa del descenso pesó demasiado

El Náxara no se jugaba nada; el Barbastro, todo. Los blanquiazules volvían a su campo con la certeza de que el próximo año deberán pelear en Tercera, mientras que los aragoneses aterrizaban en el complicado terreno de La Salera buscando un triunfo que les permitiera consolidarse dentro de la categoría. La necesidad del rival se terminó transformando en goles, un total de tres, que llegaron por las imprecisiones de un conjunto local que perdonó demasiado en uno de sus últimos partidos dentro del cuarto escalón del fútbol nacional.

Josean García sorprendió dejando a Viti y a Sotelo en el banquillo. Por contra, apostó por devolverle la titularidad en casa a Toño, que llevaba dos partidos sin jugar como local. Una decisión que sería trascendental ya que el primer tanto de los aragoneses llegó por un error garrafal del experimentado meta cuando apenas habían pasado los primeros cinco minutos de juego. La presión en bloque alto del Barbastro fue capitaneada por Requés, que obligó a que el portero cogiera el balón con sus manoplas dentro del área. El peligro parecía estar solventado pero el esférico terminó por escurrirse de entre las manos de Toño, poniéndole en bandeja de plata el primer gol al equipo rival.

El Náxara se rearmó con el objetivo de darle la vuelta al resultado. Aún quedaba mucho tiempo y Loza estuvo apunto de subir el tanto del empate al marcador con un disparo en la media luna que salió repelido por la madera. La réplica del Barbastro no tardó en llegar con una jugada individual de De Mesa por el interior. El delantero fue interceptado por la defensa blanquiazul dentro del área, señalándose pena máxima en contra de los locales. Toño tenía la posibilidad de redimirse y lo logró a la perfección al adivinar la trayectoria del lanzamiento del aragonés desde los once metros.

El Náxara intentó marcar de todas las formas posibles con Orodea como punta. La realidad es que la entidad najerina tenía la posesión y protagonizaba las ocasiones más claras pero su falta de puntería volvió a ser determinante. El balón pasó a escasos centímetros de la red con el cabezazo del capitán cuando estaba libre de marca en el corazón del área, tras la asistencia de Rojo. Volvió a intentarlo con los pases de David, primero, y de Sotelo después pero ninguno llegó a superar a Biarge.

Y cuando mejor estaba jugando el Náxara, el Barbastro aprovechó un contraataque para ganar la espalda de la defensa local y superar a Toño con un disparo cruzado de Marc que entró al fondo de la red mientras la grada blanquiazul pedía fuera de juego. No fue así para el colegiado, ya que el segundo de los aragoneses subió al luminoso en el minuto 82.

El delantero volvió a ser crucial en el tercero de los visitantes al quedarse completamente solo frente al portero local y darle el pase de la muerte a Gonpi, que solo tuvo que empujar el esférico para certificar la permanencia de su equipo en Segunda Federación.

No fue la imagen que está acostumbrado a dar el Náxara en La Salera. Los blanquiazules perdieron contra el Barbastro por 0-3 a causa de sus imprecisiones y su falta de puntería. Así lo aseguró su entrenador tras el partido: «Nuestros errores han facilitado el desenlace del partido». Si bien gozaron de gran parte de la posesión, las muchas ocasiones generadas no fueron materializadas. Lo que ha sido un mal extendido durante toda la temporada. «Hemos sufrido de falta de gol durante todo el curso; en estos partidos, en los que el resultado de la clasificación es el que es, fallar una ocasión tan clara y que en la siguiente te metan el gol hace que bajemos un poco los brazos», concluye.

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