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El Calahorra juega hoy su tercer partido de la temporada 2023-2024 de Segunda Federación desde su posición de líder de la tabla del grupo segundo con seis puntos, dos victorias, cuatro goles a favor y ninguno en contra.
Esta tarde, a las 17.30 horas, defenderá su privilegiada posición en el municipal de La Planilla ante el Arenas de Getxo, que ocupa el quinto puesto de la clasificación con cuatro puntos, un triunfo, un empate, con tres goles marcados y uno encajado.
Los rojillos perdieron la final de la fase autonómica de la Copa Federación el miércoles ante la UD Logroñés en Las Gaunas, pero el entrenador Carlos Pouso asegura que esta derrota no ha pasado factura en la plantilla. «No gusta en su momento, tratas de aprender de lo que has hecho mal, felicitas al rival y le deseas lo mejor, porque siempre es bonito que te elimine el campeón, sin más. Nos vamos a centrar en la competición que tenemos», indica el técnico. «Hay que buscar por qué estuvimos deficientes en ambas áreas y no hay que corregir mucho más porque el equipo corrió y se entregó. Prefiero perder un día tres cero que tres días uno cero», asegura Pouso.
Para la cita de hoy prevé igualdad y dice ser consciente de la dificultad que va a plantear el Arenas. «Trato de poner a los chavales con las orejas tiesas, explicándoles lo que nos vamos a encontrar y, al final, son ellos los que desarrollan en el campo el juego y yo soy un mero corrector», señala, destacando el buen hacer del entrenador rival, Manu Calleja.
«Es un equipo muy compacto. Juega con las líneas muy juntas, tiene las cosas muy claras, y pegada con buenos delanteros. Es muy completo. Recuerdo que el año pasado estuvo toda la temporada arriba y perdió el 'play off' a última hora. Este año creo que ha mejorado en determinadas líneas. Es correoso y nos va a someter a muchas dificultades», reconoce Carlos Pouso.
Respecto a la plantilla del Calahorra, totalmente renovada, insiste en que todavía tiene pequeños desajustes y trabaja en convertirse en «una máquina perfecta», aunque también depende de los rivales que el engranaje funcione o no. «Vamos bien, pero sigo creyendo que mi equipo tiene mucho margen de mejora y por eso entrenamos todos los días. Si no, nos quedaríamos en casa», añade el entrenador.
Prefiere no hablar de la clasificación porque solo se han disputado dos jornadas y centrarse en el partido de cada fin de semana, sin dormirse.
Del choque del miércoles Pau Miguélez y Cristian Sanz acabaron tocados, pero Pouso espera poder contar con ellos. El delantero Raúl Rubio está descartado por lesión y el portero Miguel Martínez de Corta continúa con su proceso de recuperación, según ha comunicado el técnico rojillo. En principio, dispondrá del resto de los futbolistas.
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Alberto Gil | Logroño
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