El Calahorra da un paso de gigante

Los locales se presentaban mermados con seis bajas, pero demostraron que tienen banquillo para competir. Iván Ruiz presentó una alineación con titulares como Julen Ekiza, David Aparicio y Sergio Pascual, que llevaban tiempo sin estar en el once inicial.

Los rojillos marcaron pronto, en el minuto 3, en una jugada por la banda derecha con un centro que terminó en las botas de David Aparicio, por el lado izquierdo, que disparó cruzado por bajo y batió a Taliby.

A partir de ese gol, el Calahorra mostró un claro dominio y el Teruel apenas le incomodó. Razak intervino poco en la primera parte. Los locales, con el marcador a favor, movieron bien la pelota e intentaron sorprender al portero visitante con lanzamientos de lejos como los realizados por Ekiza y Aparicio.

Entorno al minuto 35, el Calahorra comenzó a estar cercado por el conjunto aragonés que atacaba sin acierto. Los rojillos, bien posicionados, no podían alejar el balón de su campo hasta que Razak lo atrapó y terminaron esos momentos de acoso. La primera parte finalizó con muy buenas sensaciones. El viento hacía incontrolable el juego aéreo y al regresar de los vestuarios todavía fue peor, porque aumentó, además de comenzar a llover.

Al poco de la reanudación, Aparicio protagonizó una jugada por la derecha que acabó con Víctor López derribado por el portero. El colegiado no consideró que hubiese falta. Instantes después Aparicio, tocado, tuvo que ser sustituido por Oier Herrera.

El rinconero Sergio Pascual estuvo a punto de sorprender al Teruel al presionar a Taliby cuando recibió un pase atrás. Al intentar despejar, el futbolista del Calahorra saltó y el balón rebotó hacia la portería, pero terminó marchándose alto. Poco después fue David Sánchez quien intentó aprovechar que el guardameta del Teruel estaba adelantado y lanzó desviado.

El Calahorra se mantuvo serio en defensa, jugó con saques largos de portería, con pases cortos en los ataques y también con cambios de banda. El Teruel tuvo alguna ocasión como un centro que se paseó delante de la portería de Razak sin que nadie llegase, o un remate tras un córner por encima del larguero. El equipo aragonés centraba su ataque por la derecha y acosó al Calahorra pero sin efectividad.

Martínez-Losa luchó cada balón y casi llega a conectar un pase de Oier. Fue precisamente el arnedano el que aumentó la diferencia al anotar de penalti el segundo gol en el 80. El árbitro añadió siete minutos en los que los visitantes no pudieron rematar con claridad, aunque lo intentaron, y su portero tuvo que enviar el balón fuera en un mal despeje, presionado por Martínez-Losa. La alegría rojilla después del pitido final continuó en el vestuario con el equipo hecho una piña.