El Calahorra no logra levantar la cabeza

El Calahorra tuvo este domingo la posibilidad de maquillar el mal arranque de la competición ante un rival, el Subiza, a priori accesible, que ocupaba la penúltima posición en la tabla. No pudo, no funcionó, le resultó imposible remontar el gol marcado por el filial del Osasuna y con esta derrota ahora desciende a ese penúltimo lugar.

Desastre fue la palabra que ayer estaba en el ambiente del campo de La Planilla. El público volvió a cargar contra los jugadores, contra el equipo técnico y pitó cuando los futbolistas perdían los balones en los momentos que tenían que estar más centrados. Les ocurría lo contrario, lanzaban directamente fuera o colgaban el balón para que lo rechazase la defensa o la atrapase el portero sin complicaciones. Hubo aficionados que pidieron al entrenador Íñigo Valencia que moviese antes el banquillo y otros prefirieron marcharse para no seguir viendo un quiero y no puedo de un equipo descentrado que se ha dejado en los cuatro partidos disputados once puntos. Solo suma uno, como el Barbastro, con el que tiene pendiente el encuentro aplazado del 21 de septiembre por el temporal.

En el comienzo del encuentro de este domingo se vio al Calahorra más intenso en ataque y al Subiza cometiendo errores en el pase y más nervioso. Conforme pasaban los minutos el empuje local se redujo y el conjunto navarro comenzó a tocar la pelota y parar el juego con futbolistas en el césped, algo que provocó la falta de ritmo. Los visitantes presionaban a cada jugador rojillo cuerpo a cuerpo.

El Calahorra perdía también balones y aunque intentaba profundizar por las bandas constantemente, no creaba peligro real. Juan Carlos Azón apenas tuvo trabajo en la primera parte, mientras que en la portería contraria intentaron adelantar al Calahorra Salinas, Javi Cobo y Ekiza. En los minutos finales del primer tiempo, cuando más apretaba el Subiza, llegó una de las ocasiones más claras locales. Después de varios remates consecutivos, Salinas mandó el esférico al palo izquierdo.

La segunda mitad parecía tener el mismo guion en su inicio, aunque en el minuto 52 el colegiado pitó cesión en el área grande rojilla. El disparo lo rechazó la defensa y terminó en las botas de Amadoz que no perdonó.

El reloj corría, no el del marcador de La Planilla, que continúa una jornada más sin funcionar, y las prisas y la presión no son buenas compañeras. Aún así Ekiza estuvo a punto de empatar con lanzamiento de falta directo a la escuadra que paró Rafa.

La salida de Jorge Martínez-Losa dio al Calahorra más posibilidades en el juego aéreo y remató de cabeza varias veces, sin fortuna. Con el tiempo añadido a punto de cumplirse, cabeceó entre los tres palos, Rafa despejó el balón y Rubén Azcona marcó en propia puerta. El juez de línea señaló fuera de juego ante las protestas rojillas y, a continuación, finalizó el partido.

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