Brais Suárez impide el triunfo del Alfaro

Iñigo Valencia reconocía después del partido que los resultados están ahí, que los números son insostenibles y que no se pueden esconder, pero aseguraba que se siente respaldado por la directiva y por la plantilla. Considera ba que no son merecedores de la situación en la que están (en seis jornadas, tres derrotas y tres empates) pero confía en que cambie. Para ello trabajarán desde hoy pensando en la cita del miércoles, contra un Barbastro que supera al Calahorra tras ganar al Anguiano 0-3. El Alfaro suma otro punto y con diez sigue ocupando el noveno puesto de la tabla. Ayer numerosos aficionados se desplazaron a Calahorra para apoyar a los blanquinegros y con 825 espectadores, según el club rojillo, La Planilla registró su mayor asistencia esta temporada.

El partido comenzó con los dos equipos intentando no cometer errores de bulto, aunque las imprecisiones en el pase fueron constantes y no terminaban de elaborar jugadas con efectividad. Jorge Martínez-Losa no pudo aprovechar su superioridad por alto y sus remates o salían fuera forzados o iban a las manos de Aitor, hermano del capitán rojillo Julen Ekiza.

En el minuto 39 se produjo un encontronazo entre el defensor rojillo Zubiri y el ex del Calahorra Kevin Soerio, delantero del Alfaro, que terminó con este en el suelo fingiendo que le había dado un cabezazo su contrincante. El árbitro estaba cerca y sancionó con tarjeta amarilla a ambos. En el siguiente lance, Kevin se jugó la segunda amarilla al entrar saltando con el codo en alto en una disputa de balón con Zubiri.

En la recta final del primer tiempo se embarulló el partido entre los dos equipos y la tensión no cesó al volver de los vestuarios por parte de Soeiro e incluso el técnico alfareño Óscar Gurría pidió calma a su jugador.

La segunda parte comenzó con varios ataques del Alfaro sin peligro. La intensidad del final de la primera mitad del partido pareció desaparecer y la aparente calma inquietaba a las aficiones. Pasaban los minutos (que no se mostraban en el marcador de La Planilla, que sólo ha funcionado esta temporada en el partido contra la SDL) y continuaban los errores en los pases y pérdidas de balón. El Calahorra repetía sus llegadas por la banda derecha sin fortuna, ante una defensa rival bien plantada que no dio concesiones.

Los blanquinegros centraban al área rojilla sin rematadores o directamente a las manos del portero local y solo ofrecieron peligro real durante los minutos finales cuando de nuevo Brais Suárez se convirtió en el salvador local al realizar dos paradas en claras ocasiones de gol.

El Calahorra intentó responder adelantando líneas, volcándose en ataque y con cambios. La salida del catarí Gouda supuso un aliciente y dio vida al juego. Entró varias veces por la banda izquierda casi imparable y con centros medidos a sus compañeros o colgando balones al área del Alfaro.

Finalizó el partido y al salir del campo hacia el vestuario, un grupo de aficionados pitó a Iñigo Valencia y le pidió que se fuese «a casa». El Calahorra no levanta cabeza y necesita encadenar varias victorias para poder salir de las últimas posiciones. Ayer pudo dejar su portería a cero, pero no acierta en la contraria.