Bravo lidera a la UD Logroñés en la victoria

Merkatondoa condiciona. Al menos eso reflejó la UD Logroñés desde antes de comenzar el partido. Diego Martínez hizo debutar a Monreal en la zaga en lugar de Titi, cambió la banda derecha por completo, con Beñat y Goti, cubrió la baja de Urcelay con más músculo, caso de Cobo, y recuperó el uso de los dos puntas con la presencia de Yurrebaso junto a Jony. Muchos cambios que derivaron en una salida en tromba de los riojanos, buscando muchos centros laterales sobre el área de Fraga. Ya en el primero de ellos asustaron al portero local, que despejó el esférico en un acto de reflejos. En el segundo, Madrazo disparó desde el segundo palo y el balón salió rozando el larguero. No le costó mucho a los logroñeses, este domingo con nueva imagen, camiseta amarilla, pantalón y medias negros, mandar sobre el césped. El Izarra tampoco se sentía especialmente incómodo, porque no sentía que le faltara oxígeno.

De hecho, aumentó su nivel. Atento a esos balones sueltos, el cuadro navarro creció en ataque sobre todo por su carril derecho, con la dupla que formaban Iván y Eneko. Pero también generaba peligro dentro del área. Bajó así el ritmo del partido. La UD Logroñés ya no ejercía como dominador y tampoco tenía el balón como para manejarlo a su antojo. El cambio de ideario no funcionaba. No había remate para los balones laterales y la estrategia y faltaba creación en la medular, algo que no era fácil en un campo como éste. Fraga se anticipó por dos veces a los intentos de Jony y Yurrebaso, en acciones de balón largo a las que les faltaba precisión. Y con el paso de los minutos desapareció la profundidad.

Javi Cobo, renqueante durante la primera mitad tras una acción con Eneko, no regresó al campo tras el paso por vestuarios. Si lo hizo Álex Arias… y el partido cambio. En esta ocasión, segundas partes sí fueron buenas. La inclusión del asturiano como compañero de Sarriegi dio mayor verticalidad a la salida de balón. En un robo en la izquierda lanzó a la contra a Jony, que no pudo disparar a portería. Arias daba posesión y claridad a sus compañeros. Madrazo estrelló su volea contra la espalda de un defensor local. Mejoraba la UD Logroñés porque volvía a tener el balón y más ideas, pero no era suficiente. Diego Martínez puso en escena a Carlos Bravo y Unai García. Verticalidad por dentro y por fuera, por la derecha. Acertó el entrenador riojano, pues una salida en largo desde la zaga y una enorme jugada de Jony acabaron con el esférico en las redes locales después de que lo empujara Carlos Bravo ante las protestas locales al entender que había fuera de juego.

No descentraron ni las protestas ni la ventaja a los riojanos. Mantuvieron el ritmo frente a un Izarra que agotó cambios y que abrió líneas en busca de un gol que no llegó como tampoco el de Unai García, que remató desviado de cabeza en el corazón del área pequeña. Hubiera finiquitado un duelo que enfilaba su recta final, pero con la incertidumbre en el marcador. Se desquitó poco después el extremo, no celebrando un gol propio, pero sí sirviéndolo al gran protagonista de la tarde, Carlos Bravo. Su segundo gol, un calco del primero, silenció por completo Merkatondoa y fiiquitó el compromiso. Tres puntos muy, muy importantes.