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«Confiamos mucho en nuestras opciones, en la gente que nos apoya y en el momento que vivimos. Venimos de un fin de semana que fue mágico. Y no solo por ganar y seguir adelante, sino por la conexión que hemos experimentado con la afición. ... Tuvimos un gran recibimiento, nos sentimos muy arropados y sabemos que hay mucha gente que quiere viajar con nosotros. Estamos seguros de que vamos a vivir un ambiente extraordinario en el partido de vuelta, pero de momento nos vemos en siete días. El domingo vamos a ver una gran fiesta. Jugaremos juntos, sufriremos juntos y lograremos un gran resultado todos juntos».
Fran Beltrán, entrenador del Marbella, pronunciaba esta palabras el lunes, poco después de conocer que su equipo iba a jugarse el ascenso con la UD Logroñés. Y ese discurso se ha escuchado cuatro días después. El técnico quiere el apoyo de una afición que puede cifrarse en unos setecientos aficionados... más los cincuenta y uno de Logroño.
«Como bien ha dicho el club, ha llegado el momento. La respuesta de la afición va a ser espectacular. Tiene la capacidad de marcar el primer gol y soy consciente de ilusión que está generando en mis jugadores. Tenemos una oportunidad muy bonita ante un gran equipo. Necesitamos a todo el mundo y estoy convencido de que vamos a jugar todos juntos y de que esa superioridad se va a notar en el campo. Tenemos mucha ilusión, mucha confianza y creo que llegamos en un gran momento. Este equipo ha demostrado a lo largo del año que tiene capacidad para ganar a todo el mundo. El recibimiento del pasado partido fue el mejor. Cuando ganamos y cuando perdemos hay cosas que mejorar. Tratar de superarse es un reto y un objetivo constante para nosotros. Si la afición estuvo de diez (ante el Getafe B) estoy convencido de que ahora quiere la matrícula de honor y dará todo y un poquito más por hacer de La Dama una caldera. El domingo disfrutamos todos de la victoria y del ambiente», decía el preparador.
Beltrán centró sus palabras más en lo emocional que en lo deportivo, aunque dejó pinceladas del partido en sí y del adversario. «Las cosas no surgen por casualidad. El Logroñés es un buen equipo y más allá del nivel de cada grupo, nadie suma esos puntos y presenta ese 'goal average' si no hace las cosas muy bien. Somos conscientes de contra quién jugamos, de que será un partido muy duro, de que se darán momentos en los que el guion no sea el que nosotros deseamos, pero será ahí cuando tengamos que empujar todos juntos. Si tenemos la capacidad de sufrir y si somos fuertes en el área vamos a tener nuestras posibilidades», comentó antes de regresar a la batalla mental. «La presión la tenemos todos, pero hemos escuchado esta semana que ellos son los favoritos y que han tenido fortuna en el sorteo. Sabemos a quién tenemos enfrente y estoy convencido de que vamos», concluyó.
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