

Secciones
Servicios
Destacamos
Primer empate en Las Gaunas en la actual temporada. Hasta la fecha la UD Logroñés contaba sus partidos en el Municipal por victorias, tres, mientras ... que lejos de él ya había cedido cuatro puntos en dos viajes. El Eibar B ha frenado la euforia por alcanzar el liderato, más la de una afición que el domingo fijó su récord de la temporada en la grada, que la de un equipo que sigue a un punto de la primera plaza tras el paso del líder por Logroño. Son las dos lecturas que quedan. Los riojanos no estuvieron bien en su área, caso del gol, y tampoco en la del adversario, ya que generaron ocasiones suficientes como para marcar en más de una ocasión.
«Un gol en contra siempre te pone las cosas complicadas, pero tienes que aceptar lo que pasa», admitía Miguel Flaño después del partido. Ymás cuando ese gol llega fruto de una mezcla de mérito del adversario y demérito propio. La acción de Delgado hasta ganar la línea de fondo es buena, pero ni Yasin, ni Sarriegi ni Ugarte tienen la tensión suficiente para frenarle. Incluso el primero y el tercero se quedan en la petición al colegiado de que el balón ha salido por línea de fondo, aunque el central sigue la jugada hasta el final. Ya ello se suma un equipo muy basculado hacia el balón, con el propio Sarriegi y Caballero muy pegados a la banda derecha y un enorme vacío en torno a la media luna, zona a la que llega al remate Arana.
El gol encajado es el cuarto en la temporada, uno cada dos partidos de media. Cifra que está dentro del orden de un equipo con las apetencias del riojano, pero que llega siete días después de cometer otro error defensivo que concluyó en gol del rival, en ese caso del Tudelano. Fallo más grosero si cabe, compartido por Eloy y Daza, pues eran los blanquirrojos los que tenían el balón. Miguel Flaño deberá incidir esta semana en la necesidad de contar con tensión defensiva desde el primer minuto. Frente el Eibar B llegó a los tres minutos de juego y en Tudela, en los primeros de la segunda mitad, tras el paso por vestuario.
De un área a la otra. La UD Logroñés tampoco estuvo acertada cerca de Aspiazu. Además, su fútbol ofensivo ha pasado a depender peligrosamente de Jon Madrazo y Andreu Lupu. El vasco fue el principal activo ofensivo en la primera mitad, con varias acciones por su carril algunos remates. El mejor, una volea en los últimos minutos de la primera mitad. Yel rumano marcó en el segundo, pero poco más dentro del área.
«En los últimos minutos quizás nos ha podido faltar ese puntito de claridad, calma o pausa para finalizar mejor o haber marcado el segundo gol», admitía Miguel Flaño. Ausencia de ideas claras, atacando más con el corazón que con la cabeza, pero sobre todo con unos veinticinco últimos minutos, a partir del tanto del Lupu, en que si bien los locales tuvieron el balón no fueron capaces de genera más oportunidades claras para marcar salvo un remate de Enzo Facchin muy forzado en el primer palo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.