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Ni la lluvia, ni el viento, ni un recién descendido. El Anguiano no le teme a nada ni a nadie. Eso es lo que demostró ayer sobre el verde de Isla al imponerse a un Teruel que acaba de bajar del tercer nivel del fútbol nacional. Los serranos no bajaron los brazos en todo el partido, reencontrándose con el triunfo casi un mes después de su última y, hasta ayer, única victoria del curso. Se consiguió a través del balón parado; también gracias a la testa de dos de sus jugadores. Fueron Arechavaleta y Sergio los encargado de traspasar la puerta rival con sus respectivas cabezas colocando a su equipo de nuevo en la parte media de la clasificación.
Héctor Urquía ya avisaba en la previa del encuentro que era cuestión de tiempo que su plantilla volviera a puntuar por las sensaciones e imagen que presentaba cada semana. El técnico era optimista y su intuición fue la correcta. Se preparó para el partido con la presión de los números pero también con el desahogo de ver cómo su enfermería empezaba a vaciarse. Pudo contar con Moha, que pasó a ocupar la punta del ataque; al igual que con Emilio para su centro del campo. Recolocó su esquema poniendo a Álvaro de central mientras Joel y Barace no cambiaron su lugar en las bandas.
ANGUIANO
1-0, m. 54. Arechavaleta; 2-0, m. 78. Sergio.
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TERUEL
Miguel Villa Martín. Amonestó, con una cartulina amarilla, al jugador local Álvaro y a los visitantes Iván, Roger Marcé y Dufur.
En frente, tenía a un Teruel que necesitaba aprovechar el impulso de su triunfo en Gernika para cerciorar su lugar como uno de los fuertes. Unai Mendía no quiso dejar las cosas al azar colocando a su delantero más eficaz en el once titular. Peru no defraudó al ser un problema constante para la zaga local. Pero, además de la enorme seguridad bajo palos de Roberto Gutiérrez, el Anguiano demostró ser un bloque en defensa. Por ello, las ocasiones llegaron desde la esquina del campo y a balón parado. La primera de los visitantes llegó en el minuto 12 con un córner que remató de cabeza el delantero mudéjar fuera.
Ninguno optó por defender, sino por asediar el campo del contrario. Pero faltó precisión en los últimos metros por lo que el balón iba de un lado al otro hasta que uno de los dos equipos tuviera la puntería necesaria para ver la red. Hubo que esperar al segundo tiempo para disfrutar del primer gol del partido y del Anguiano. Primero Emilio lo intentó con un libre directo que se fue a córner. Desde la esquina botó un centro al segundo palo, conectando con la cabeza de Arechavaleta, que había subido a rematar.
Había que mantener el resultado a favor pero el Anguiano no bajó sus filas ni se centró en defender. Había que asegurar los tres puntos y el balón parado le hizo alcanzar su meta. Esta vez el gol llegó de falta. Emilio se colocó en banda para poner un libre indirecto que cabeceó Sergio en su carrera por el área en el minuto 78. Ahora le tocaba el turno a Roberto. El meta no falló al despejar los últimos envites de un Teruel que ya no tenía nada que perder. El rival no pudo traspasar su puerta y el Anguiano cerró este encuentro con un dos en su marcador y la portería a cero.
Héctor Urquía se mostraba enormemente orgulloso del trabajo de su chicos. Para él, las últimas dos derrotas no fueron justas, pero ayer «por fin nos salió cara, nos merecíamos ganar». El factor del campo fue determinante para esta victoria: «El Teruel ha tenido que cambiar a un modelo de juego al que no están acostumbrado y nosotros nos hemos aprovechado».
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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