El Alfaro se suma a las fiestas

La solidez defensiva, la entrega para ir detrás de cada pérdida y la apertura de campo dibujada entre Losantos, Sota y León presentaron ante su afición a un Alfaro construido, con personalidad. El acierto ante la puerta de nuevo, como en Guernica, de Kevin Soeiro encarriló la esperanzadora victoria al inicio de la segunda parte.

Comenzó el Alfaro el partido con el aire a favor. Y tanto blanquillos como navarros le daban dinamismo: las tres primeras jugadas acababan en el área.

Desde esos primeros compases, con un 5-3-1-1 muy versátil para abrir bandas, el Alfaro mostraba una de sus características: buscaba cada rechace, iba a recuperar cada pérdida, quería la segunda jugada. Un Alfaro más asentado vio en el 10 el disparo lejano de León al encontrar a Fraga adelantado.

Pero el Izarra se fue asentando, montó sus líneas y logró el manejo del balón. Eneko lanzó una apertura por la derecha con Hernández, cuyo rechace cayó a Endika. Puso el balón al área pequeña. Lo sacó la defensa.

Porque el Alfaro se ordenó en su campo e intentaba salir con balón al toque en corto. Pero topaba con la rapidez del Izarra en la anticipación y así se llevó varios robos. En una de esas salidas, Losantos probó de lejos el primer disparo a puerta. Lo sacó Fraga de manos.

El dinamismo inicial se tornó en espesura en la recta final, en la que el Izarra jugó en el campo defensivo local. Pero sin generar ocasiones de peligro gracias al serio trabajo en la línea de atrás.

Tras sonar el pitido que abría la segunda parte, llegaba la alegría local. Una pared entre ambos permitía a León lanzar un balón a la carrera de Soeiro. Avanzó, se plantó ante la salida de Fraga y le batió fuerte por alto.

Con el 1-0 en el marcador, consciente de que en la primera jornada le endosó cuatro al filial de la Real Sociedad, el Alfaro sujetó la reacción del Izarra jugando en ataque y con contundencia en defensa, como el balón que sacó Balda de un centro de falta peligroso al área. Ningún blanquillo dejó de defender, de para cualquier pérdida, de tapar peligro.

En el minuto 66, Soeiro birló un balón en la medular a Eneko, se fue solo hacia puerta. Pero, diestro, se escoró a la izquierda y la mandó por encima de Fraga y del larguero. Recién entrado al campo, Hoyos dio vida a la banda derecha, como un centro sin destinatario en el 76. Mientras Aitor pedía falta en la carga, Arano robó, se fue al área y lanzó cruzado. Ekiza desvió de manos la ocasión. En el 84, un rebote llegó a Iker, armó el disparo y Ekiza respondió de estirada. La victoria era local.